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Fábricas Apolo: pasó de centro de operaciones nazi a hotel en Monterrey

En el corazón de la ciudad de Monterrey, se construyeron en 1893 las fábricas Apolo, ubicadas en la avenida Pino Suárez y Carlos Salazar, que sirvieron de fachada para espías nazis. El edificio permanece sobre la concurrida avenida, pero ahora es un hotel.

Fábricas Apoco, ahora son un hotel en el centro de Monterrey.
Fábricas Apoco, ahora son un hotel en el centro de Monterrey.Créditos: Facebook: Monterrey Antiguo / Canva / Google Maps / MVS Noticias
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¿Sabías que Monterrey fue sede de una base de operaciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial? En un rincón de la ciudad se mantiene en pie un antiguo edificio que resguarda los secretos de esa época oscura y que hoy es utilizado como un hotel.

La década de 1930 fue un tiempo de intensa agitación a nivel mundial. Las tensiones entre naciones aumentaron hasta dar origen a uno de los conflictos bélicos más significativos de la historia: la Segunda Guerra Mundial. Aunque el conflicto estalló en 1939, las semillas de la división se habían sembrado mucho antes.

México, como muchos otros países, no fue ajeno a la intriga. Espías de diversas naciones se infiltraron, buscando información vital y aliados en el camino. Y aquí es donde Monterrey entra en escena como una pieza clave en este conflicto. 

Las Fábricas Apolo fueron el inicio de todo

En el corazón de la ciudad de Monterrey, se construyeron en 1893 las fábricas Apolo, ubicadas en la avenida Pino Suárez y Carlos Salazar, un conjunto de empresas que vendían productos farmacéuticos, chicles, fósforos, velas o perfumes, de acuerdo con documentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Lo que pocos saben es que estas fábricas se convertirían en una fachada secreta para operaciones nazis.

Otto Guido Moebius: Un personaje clave

El hombre detrás de esta historia es Otto Guido Moebius, nacido en Monterrey el 24 de abril de 1906. Hijo de una prominente familia alemana, Otto estudió en Alemania y regresó a la sultana del norte en 1929, y fue en ese momento cuando comenzó a utilizar las instalaciones de la empresa familiar como un centro de espionaje en favor del Tercer Reich.

Desde Monterrey, Otto Moebius estableció un centro de reclutamiento y comunicación para nazis. Usó las instalaciones de Apolo para el contrabando de materias primas hacia Alemania y mantuvo un contacto constante con el ejército de Hitler a través de una estación de radio, por donde mandaba mensajes en clave.

Moebius no solo se limitó al espionaje; también formó un grupo guerrillero que, tras entrenamientos en lugares como Chipinque, llevó a cabo actos de sabotaje en Estados Unidos. Fue considerado el principal operador nazi en Latinoamérica.

Pero como todas las historias de intriga, esta también llegó a su fin. La caída del Tercer Reich en 1945 marcó el ocaso de Moebius. En 1942, fue arrestado y sus empresas fueron confiscadas por el Gobierno mexicano.

Hotel Mansión Villarreal: lo que quedó de las fábricas Apolo

Hoy, el edificio de la fábrica Apolo sigue en pie, pero ahora es sede del hotel Mansión Villarreal, un lugar por el que transitan miles de personas diariamente, y que recibe cientos de visitantes, pero lo que poco sospechan son las oscuras intrigas que se desarrollaron en sus muros. Al exterior, el tráfico y la vida acelerada de los regiomontanos, hace que pase desapercibido uno de los relatos más impactantes de la historia de Monterrey.