De nada le sirvió al fiscal de Morelos, Uriel “N”, la suspensión provisional que le otorgó un juez de amparo, ni el criterio de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto al fuero constitucional, toda vez que un Juez de Control de la Ciudad de México, lo vinculó a proceso y le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.
El titular de la institución encargada de perseguir los delitos en el estado de Morelos, regresó la madrugada del domingo a su celda en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur, donde permanecerá un mes, tiempo que se extenderá la investigación complementaria.
Luego de ocho horas de audiencia y siete de receso, el juzgador no admitió la suspensión provisional otorgada por un juzgado federal y determinó que las pruebas presentadas por la Fiscalía capitalina eran suficientes para iniciar un proceso contra el fiscal de Morelos.
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El Ministerio Público lo imputó por la posible comisión del delito contra la administración y procuración de justicia, delito que no amerita la prisión oficiosa, pero el argumento del órgano de litigación fue convincente para el juzgador.
Señaló que la medida privativa de libertad se basa principalmente en la posibilidad de obstruir la investigación, a pesar de que el imputado no tiene la carpeta en su jurisdicción, aseguró su abogado Rodrigo Ugalde Gándara.
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“El argumento de la medida cautelar fue que existía riesgos en el cual él podría, no evadiese, sino obstaculizar la investigación, lo cual desde noviembre fue remitida la carpeta de investigación y no había nada que él pudiera obstaculizar puesto que ya no está en sus manos la investigación.
“Argumentó la Fiscalía que podía intimidar a testigos o algo así por el poder que tiene un fiscal, no lo compartimos puesto que ya no tiene ninguna injerencia en la misma y pues en qué podría afectar la investigación ”, precisó.