La estrategia de seguridad en la capital del país no ha cedido un solo paso a la delincuencia organizada y al inicio de este año, asestó uno de los golpes más contundentes a la estructura criminal del cártel de Tlalpan, con la detención de Hilda Remedios “G” y su pareja Francisco “El Montufar”, ambos encargados de recibir cargamentos de droga provenientes de Sudamérica.
La alcaldía Tlalpan, donde ayer se generó un enfrentamiento entre miembros de una célula criminal del cártel de Sinaloa y policías capitalinos, ha sido uno de los principales centros de operación y distribución de narcóticos.
Ayer, el jefe de la Policía capitalina, Omar Garcia Harfuch, explicó que la privación de la libertad de 4 personas aparentemente no tenia fines extensivos, sino una posible muestra del dominio que intentaban imponer.
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La ubicación geográfica de esta demarcación y su colindancia con la entidad mexiquense y el estado de Morelos, la han hecho estratégica y con predominancia operativa por su zona boscosa.
Esto, la hace muy atractiva no sólo para la venta y distribución, sino para el almacenaje de cantidades importantes de droga.
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Es el caso de la organización criminal “Las Moscas” que encabezaban Hilda Remedios “G”, “La Güera” y “El Montufar”, quienes coordinaban los envíos de drogas sintéticas de Sudamérica (Colombia) al estado de Chiapas.
Los cargamentos de droga los movilizaban por carreteras, en camiones con doble fondo hasta la capital del país, con complicidad de autoridades federales.
La lideresa criminal fue detenida el 27 de enero pasado en un operativo en el que se catearon siete inmuebles en las alcaldías Tlalpan, Gustavo A. Madero y Xochimilco.
Se les vincula con actos de extrema violencia y una amplia Cadena de Homicidios de grupos antagónicos en la alcaldía Tlalpan, principalmente.
La droga era enviada posteriormente a estados del norte del país y distribuía enormes cantidades de psicotrópicos a la organización criminal de Agustín Robles, “Don Agus”, detenido en febrero de 2021 por agentes de inteligencia de la SSC.
Don Agus, ex líder de “Los Maceros” también desató una ola de violencia, principalmente en la zona de Ajusco y pueblos aledaños que obligó a autoridades a fijarlo como objetivo prioritario.
La disputa por el control de las calles en Tlalpan, para la venta de drogas generó el surgimiento de otros grupos delictivos como “El Valente” y “Los Guerreros” y en menor medida “Los Rodolfos” que vieron frustrada su incursión en la alcaldía más grande territorialmente.
Informes policiales de hace más de una década, el Cerro del Ajusco y sus colindancias, eran dominadas por el Cártel de Los Beltrán Leyva -organización escindida del Cártel de Sinaloa-, a través del grupo delictivo “La Mano con Ojos”.
Trazaron brechas en el Ajusco para introducir droga proveniente de Acapulco, Guerrero, y posteriormente La Mano con Ojos era el grupo encargado de distribuirla vía terrestre al Estado de México por Xalatlaco, La Marquesa, y Huixquilucan.
En CDMX la droga se distribuía a diferentes alcaldías del sur y oriente, hasta que Eznel Cortés Jiménez, líder de La Mano con Ojos fue detenido el 12 de agosto de 2011 en un domicilio en el Ajusco, por elementos de la Fiscalía mexiquense.
En un video difundido por la entonces Procuraduría mexiquense, el delincuente aceptó haber ordenado la muerte de aproximadamente 300 personas.
Su cómplice y segundo al mando del grupo, Òscar Oswaldo Garcia Montoya, “El Compayito” fue detenido posteriormente por agentes de la entonces Policía Judicial capitalina.
Con estas dos aprehensiones se desarticuló la organización de Los Beltran Leyva y dieron paso a la conformación de muchos más, hasta llegar a la célula de sinaloenses que ayer fue detenida por autoridades de la capital de México.
@amarilloalarcon