El enojo y la indignación se hicieron patentes en Uruapan, Michoacán, durante el velorio del presidente municipal Carlos Manzo Rodríguez. El gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, fue abucheado por ciudadanos al asistir al evento de este domingo 2 de noviembre.
El hecho refleja el descontento de la comunidad por la violencia que llevó al asesinato del alcalde. El propio gobernador admitió que el crimen de Manzo genera “muchísima rabia e indignación” en la comunidad.
La rabia ciudadana en Uruapan
El gobernador Ramírez Bedolla acudió a Uruapan para externar sus condolencias a la familia de Carlos Manzo, incluyendo a su hermano Juan Manzo, subsecretario de Gobierno. Sin embargo, su presencia en el funeral fue recibida con abucheos y gritos de protesta por parte de algunos asistentes, quienes reclamaron la falta de seguridad en el municipio.
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En un mensaje en sus redes sociales, el gobernador afirmó: “Sé que su asesinato genera muchísima rabia e indignación, todos estamos consternados e indignados, pero vamos a dar la cara y vamos a actuar de inmediato para garantizar que haya justicia y paz para el pueblo de Uruapan”. Bedolla ya había condenado “enérgicamente el cobarde atentado”, asegurando que el crimen no quedaría impune.
Las advertencias ignoradas del alcalde
El asesinato de Carlos Manzo ocurrió el sábado 1 de noviembre, a pesar de que el alcalde contaba con un resguardo reforzado. El titular de la SSPC, Omar García Harfuch, confirmó que Manzo tenía asignados al menos 14 elementos de la Guardia Nacional y su equipo personal de escoltas, protección otorgada debido a las amenazas en su contra.
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El alcalde, militante del PT, había expresado previamente el riesgo que enfrentaba, con un llamado que resultó profético: “No quiero ser un presidente municipal más de la lista de los ejecutados que les han arrebatado la vida”. Manzo había alzado la voz contra el crimen organizado y había solicitado apoyo federal a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Avances de la Fiscalía y el móvil
La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó que la agresión fue perpetrada por organizaciones criminales que operan en la zona. La dependencia reportó que, en respuesta al ataque, uno de los agresores fue abatido y se detuvo a dos personas más posiblemente relacionadas con los hechos.
El secretario Omar García Harfuch indicó que el arma utilizada, una 9mm, está involucrada en al menos dos hechos violentos vinculados a grupos delictivos de Uruapan, lo que refuerza el móvil del crimen organizado. Las autoridades mantienen la investigación para dar con todos los responsables del asesinato de Carlos Manzo.