Lo que debía ser un acto simbólico para inaugurar una obra pública terminó en un incidente peligroso. Durante el arranque de trabajos de agua potable en la colonia Lomas de Trujillo, en Emiliano Zapata, Morelos, el alcalde Santos Tavares García derribó un poste de luz mientras manipulaba una retroexcavadora frente a vecinos y reporteros.
El edil tomó el control de la maquinaria con la intención de dar el “primer golpe” para abrir la zanja donde se colocaría la nueva tubería. Sin embargo, al mover la palanca principal, el brazo de la máquina impactó un poste con un transformador de alta tensión, provocando su caída.
De acuerdo con los videos difundidos en redes sociales, el transformador entró en corto circuito, generando chispas y una descarga eléctrica que alarmó a los presentes. Los cables quedaron peligrosamente cerca de las personas que presenciaban el evento. Por fortuna, no se reportaron lesionados.
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¿Qué pasó después del accidente?
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) fue notificada de inmediato para cortar el suministro de energía. Durante varias horas, los vecinos permanecieron sin luz mientras personal de la dependencia realizaba maniobras para restablecer el servicio.
El incidente ocurrió la tarde del miércoles 22 de octubre, y aunque el acto público continuó brevemente, los comentarios en redes sociales señalaron la falta de medidas de seguridad y cuestionaron que el alcalde tomara el control de una máquina sin la preparación necesaria.
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Especialistas consultados recordaron que los protocolos para operar maquinaria pesada incluyen inspecciones previas del equipo y del área, uso de casco, guantes, gafas, chaleco reflectante, calzado de seguridad y cinturón dentro de la cabina. Además, subrayaron que solo personal capacitado debe manipular este tipo de maquinaria para evitar accidentes.
El incidente con Santos Tavares en Emiliano Zapata, Morelos, se suma a otros episodios que ponen en debate la responsabilidad y los protocolos de seguridad en actos públicos.
