La crisis en Chilpancingo y Chilapa se agudiza cada vez más, pero se espera que en los próximos días la situación se tranquilice. Tal como se anunció hace unos días, este viernes, el obispo emérito de la diócesis de esa región, Salvador Rangel Mendoza, declaró que regresará la paz a la capital de Guerrero.
En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el líder religioso de la entidad aseguró que “ya hay acercamiento con los criminales para pacificar la zona norte” del estado.
De acuerdo con el sacerdote, se trata de una estrategia que ha implementado por varios años para evitar la violencia y proteger a la comunidad.
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“Es una tarea que hemos hecho desde hace tiempo, que las cosas se vayan calmando. Es hablar con los jefes, con los capos, tratar de dialogar que no haya asesinatos de gente inocente”, comentó.
Asimismo, en entrevista para LatinUs, citada por Quadratín, el religioso aseguró que el miércoles se logró un acuerdo entre los grupos criminales de ‘Los Tlacos’ y ‘Los Ardillos’ para evitar otro enfrentamiento.
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¿Qué condiciones le pidieron al obispo de Chilpancingo?
En la conversación con Luis Cárdenas, el obispo aclaró que no es la primera vez que media un diálogo de este tipo.
Recordó una de sus experiencias pasadas en la que logró la pacificación en Chilpancingo y Chilapa al negociar con “El señor de la I”, del Cártel del Sur.
“Tuvimos la fortuna de estar cuatro años tranquilos, pero llegó otro grupo, lo desplazaron y empezó el desorden”, añadió.
Entre las condiciones que le pidieron en ese entonces, están:
Con el fin de que se detuvieron los ataques contra políticos, los criminales le solicitaron medicina para la sierra.
Para lo anterior, pidió el apoyo de la organización Médicos sin Fronteras debido a que los del sector salud público se negaron a acudir a la zona.
Asimismo, manifestó que le pidieron una escuela a nivel profesional, así como un camino pavimentado para subir la sierra.
Otra de las peticiones fue que los políticos cumplieran con las promesas hechas a la comunidad.
“Me decían que no estaban de acuerdo con que los políticos tuvieran sus caballos con aire acondicionado y no la gente”, expresó.
Tras esto, el obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, hacer caso de las peticiones.