Ante el incremento de la violencia en Chiapas, 300 personas y 140 organizaciones civiles nacionales e internacionales, como el Congreso Nacional Indígena, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas y figuras públicas como Diego Luna y Javier Sicilia, emitieron un comunicado conjunto.
En él, denuncian el recrudecimiento de la guerra en México y alertan sobre la creciente violencia en Chiapas, particularmente contra las comunidades zapatistas.
Según el comunicado, la militarización en Chiapas ha intensificado el conflicto, donde confluyen intereses criminales y extractivistas. Además, señalan que la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas protegen estas prácticas criminales, mientras que asesinan a migrantes en la frontera sur.
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El Subcomandante Moisés, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), advirtió que "la situación es más grave de lo que parece", lo que ha llevado a las comunidades zapatistas a suspender comunicaciones y a considerar la cancelación de eventos planeados.
La violencia, dicen, ha sido favorecida por el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, y pone en peligro la estabilidad de la región.
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El comunicado concluye con un llamado urgente a la sociedad para denunciar los crímenes y presionar al gobierno mexicano para que detenga las agresiones contra las comunidades zapatistas y deje de apoyar a grupos narcoparamilitares.
Solo así, afirman, las comunidades zapatistas podrán seguir construyendo su autonomía y una realidad esperanzadora desde la resistencia pacífica.