La Conferencia del Episcopado Mexicano emitió a través de su Observatorio Ciudadanía Católica y Análisis Social, el documento denominado: “Escenarios posibles para la elección presidencial”.
En él, analiza riesgos y posibilidades del triunfo de Xóchitl Gálvez, de Claudia Sheinbaum o empate técnico con probabilidades de conflicto y posible anulación de la elección presidencial.
El documento que se realiza de manera regular como parte de un ejercicio de análisis socio político, inicia refiriendo que la lista nominal del INE contempla 99 millones 084 mil 188 electores y recuerda que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador registró su triunfo con el 53.19 por ciento de la votación, es decir 30 millones 113 mil 483 votos y la tasa de participación fue del 63.42 por ciento.
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Para su antecesor Enrique Peña Nieto, la tasa de participación en la elección del 2012 fue de 63.10 por ciento, y el PRI ganó con el 38.21 por ciento de la votación, es decir, obtuvo 19 millones 158 mil 592 votos.
La Iglesia estima una participación en la elección del 2024 que pueda rebasar el punto más alto antes registrado.
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En el caso del escenario uno, referente al triunfo electoral de Xóchitl Gálvez, la Iglesia Católica, a través del análisis de los obispos, destaca que las encuestas no son un indicador confiable.
En estos tiempos, muchas son bien pagadas para que el comprador escuche y comunique lo que desea hacer, por tanto, agrega que el posible triunfo electoral de Xóchitl Gálvez no será reconocido por el presidente de la República López Obrador.
Sin embargo, si Gálvez logra el 50 por ciento de la votación y el otro 50 se divide entre Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez Máynez, tendrá un respaldo formidable en las actas electorales de casilla y con un triunfo holgado, sería casi imposible su desconocimiento dado que cuenta con con el respaldo ciudadano.
En el caso del escenario dos referente al triunfo electoral de Claudia Sheinbaum se considera que a pesar de la mayoría de las encuestas publicadas la elección del 2024 no está decidida; si Claudia gana la elección por cualquier porcentaje, no se vislumbra que hubiese manifestaciones de protesta ciudadana o partidaria, siempre y cuando no se presente un proceso de anomalías graves en la jornada electoral, como puede ser la intervención del crimen organizado.
Tanto el presidente López Obrador como la candidata proclamarán que su Cuarta Transformación tendrá continuidad durante el próximo sexenio y más allá.
“Este escenario favorecerá la impunidad de los actuales gobernantes, ante la infinidad de irregularidades penales, cometidas y abrirá el camino para nuevas acciones contra el sistema democrático que existe”, apunta la CEM.
En el caso de un posible empate técnico, determina que si la elección es sumamente cerrada entre los resultados de las dos candidatas, y además, la judicialización del proceso se complica por la imposibilidad de distinguir a una triunfadora a través de los medios legales de impugnación, existe la posibilidad de la anulación de la elección presidencial y la correspondiente crisis política.
Advierte que en este punto hay una situación grave, pues, de acuerdo con la ley, la calificación de validez de la elección y la consecuente declaración de presidente electo corresponde al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por el voto de seis de los siete miembros que deben integrar a su órgano superior, que es la sala superior del mismo Tribunal.
No obstante, hasta el momento el Senado no ha nombrado a dos de los integrantes, de tal forma que dicho Tribunal no podrá hacer las declaratorias de ley por estar incompleto y debilitado intencionalmente.
Señala que en ninguna circunstancia el presidente de la República va a reconocer un triunfo de la oposición, pero tendrá un escenario sumamente desfavorable para ello si el voto popular es suficientemente amplio para la candidata Xóchitl Gálvez, puesto que los partidos de posición tendrán en su poder todas las actas de las casillas de la votación.
Ante este posible panorama el Observatorio que es liderado por el padre Mario Ángel Flores señala que es necesario hacer un llamado a otros actores sociales.
En el caso del desconocimiento e impugnación de los resultados electorales como asociaciones religiosas, empresarios, comerciantes, intelectuales, académicos, medios de comunicación y sociedad civil, para que entiendan que la historia les reclama una acción decidida por la defensa de la democracia y la paz social, en un clima de diálogo social y participación ciudadana.