Regresó a auxiliar a los pasajeros antes de que el fuego consumiera el microbús del que era el chofer y eso le costó sufrir quemaduras en todo el cuerpo, por lo que aquí te decimos quién era Érick Acevedo, quien se encuentra intubado con un catéter y, si llega a sobrevivir, puede quedar sin vista tras la explosión de una pipa en Zargoza.
Historias de supervivencia como el de una mujer que corrió para huir del fuego y de heroísmo como la de la Abuelita Heroína que resguardó de las flamas a su nieta, perdiendo la vida, hubo varias en la explosión de la pipa en Zaragoza, aunque pocas como la de Érick Acevedo, el chofer que, en lugar de escapar del lugar, regresó para ayudar a los pasajeros de su microbús.
Ya se había salvado, pero volvió por sus pasajeros
Sharon Segura, esposa de Érick Acevedo, el chofer que aquí te decimos quién es, afirmó que antes de escapar del sitio de la explosión su pareja reaccionó y rápidamente ayudó a los pasajeros a escapar y salir rápidamente del microbús, pues muchos de ellos se habían quedado paralizados o en estado de shock.
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“Mi esposo detuvo el micro, se paró y le gritó a toda la gente que se bajaran. Él se bajó, se fue, pero al ver que la gente se quedó en shock, se paralizó y no salió del micro, entonces él se regresó a ayudar y pues fue en el momento en que (la pipa) explotó”, indicó en entrevista la esposa, mientras que la madre del chofer, Delfina Romero, indicó que el joven tiene el ciento por ciento de su cuerpo con quemaduras.
Hospitalizado en el Rubén Leñero
Érick Acevedo, chofer del microbús consumido por las flamas sobre el puente de La Concordia, iba al volante al momento del siniestro, por lo que tras el accidente provocado por la explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa tuvo que ser reconocido por familiares.
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Actualmente su esposa y el resto de su familia permanecen a las afueras del Hospital Rubén Leñero, en la alcaldía Miguel Hidalgo, donde su estado de salud se reporta como grave, aunque en medio de la incertidumbre sus seres queridos mantienen la esperanza de un milagro para el hombre de 33 años y que era conductor de la Ruta Iztapalapa-Santa Martha. Gracias al tatuaje de un rosario en su mano izquierda fue como su familia logró identificarlo.
