La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México detuvo en Iztapalapa a Daniel Eduardo 'N', alias “El Chaparro” o “El Orejón”, líder de la célula H1A1, vinculada con el grupo delictivo La Nueva Familia Michoacana. Pero, ¿quién es este sujeto, qué delitos se le imputan y por qué era considerado un objetivo prioritario para las autoridades? Te lo contamos a continuación.
Fue este jueves 14 de agosto, cuando policías de la SSC arrestaron a “El Chaparro” junto con Julio Arturo 'N' y Alejandra 'N' en el cruce del Periférico y la calle Martínez de Chimalhuacán, en la colonia Chinam Pac de Juárez.
Durante la intervención, los sujetos se encontraban dentro de un vehículo manipulando un arma de fuego. Al ser revisados, los oficiales localizaron un arma, cartuchos, marihuana, crystal, teléfonos celulares y dinero en efectivo. Las personas y el vehículo asegurado fueron puestos a disposición del Ministerio Público.
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¿Quién es 'El Chaparro'?
De acuerdo con Pablo Vázquez Camacho, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Daniel Eduardo Chaparro Grimaldi, de 36 años, era líder de la célula criminal H1A1, vinculada al cártel La Nueva Familia Michoacana y con presencia activa en la capital del país.
Su captura, junto con la de sus acompañantes, representa un golpe significativo a las operaciones de este grupo delictivo que operaba en la Ciudad de México, con el objetivo de expandir las actividades de extorsión y venta de drogas de La Nueva Familia Michoacana hacia las alcaldías Iztacalco e Iztapalapa.
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¿Cómo surgieron los H1A1 de La Nueva Familia Michoacana?
Este cártel fue fundado por los hermanos José y Jonny Hurtado, de ahí la inicial “H” en el nombre de la célula. El número “1” corresponde a la organización encabezada por Yanick Iriarte, alias El Alemán, quien recibe órdenes directas de estos líderes. Jonny, conocido también como 'El Pez', 'El Mojarro' o 'Don Gabino', es identificado por la DEA como el máximo líder y señalado por autoridades mexicanas y estadounidenses como responsable del tráfico de diversas drogas hacia Estados Unidos.
La Nueva Familia Michoacana se ha expandido mediante el cobro de “derecho de piso” y una estrategia de infiltración política que les ha permitido colocar sicarios en nóminas policiales y controlar ferias regionales para lavar dinero.
Asimismo, aunque su participación en la producción y transporte de fentanilo es limitada, la organización ha logrado afianzarse en el mercado de las metanfetaminas.
De este modo, combinando violencia, extorsión e influencia política han logrado posicionarse como uno de los grupos criminales más peligrosos y versátiles del país.
Ahora bien, tras la detención de 'El Chaparro', líder de la célula H1A1, las investigaciones continuarán para identificar posibles vínculos de los implicados con otros delitos cometidos tanto en la Ciudad de México como en Michoacán.