ENTREVISTAS LUIS CÁRDENAS

Óscar Balderas: 'La Nueva Familia Michoacana es, probablemente, el cártel más difícil de erradicar'

La Nueva Familia Michoacana controla la vida cotidiana en el sur del Edomex, donde el abandono institucional ha permitido que el crimen organizado imponga impuestos, genere empleo y sustituya al Estado.

El crimen organizado impone tarifas por productos y servicios cotidianos.
El crimen organizado impone tarifas por productos y servicios cotidianos.Créditos: Cuartoscuro
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Entrevista Óscar Balderas / Luis Cárdenas

En entrevista para MVS Noticias con Luis CárdenasÓscar Balderas, periodista especializado en temas de crimen organizado, habló sobre el poder que actualmente tiene el cártel de la Nueva Familia Michoacana en el Estado de México.

En el sur del Estado de México, la presencia de la Nueva Familia Michoacana ha generado una compleja y dolorosa realidad: para muchas comunidades, el grupo criminal se ha convertido en la única fuente de sustento y estabilidad, ante el abandono del Estado.

"Estamos viendo, me parece, una especie de "Síndrome de Estocolmo" en el sur del Estado de México, que es donde la Nueva Familia Michoacana ha echado raíces", alertó el periodista.

"Los hermanos Hurtado Lascoaga, este dúo que le apodan "El Pez" y "El Fresa", han logrado convencer a una buena parte de la población de que es mejor el 'malo conocido'", agregó.

El sur del Edomex bajo control de la Nueva Familia Michoacana

Según el análisis presentado por el periodista Óscar Balderas, los líderes de esta organización han establecido un control casi absoluto sobre municipios como Tejupilco, Luvianos y Tlatlaya. En estos lugares, el cártel no solo controla la seguridad, sino también la economía local.

Desde el cobro de “impuestos” por mascota o niño escolarizado, hasta tarifas para salir del pueblo, la organización criminal ha impuesto un sistema que sustituye al del Estado.

En ausencia de inversión pública, muchas familias dependen directamente del cártel para acceder a productos básicos, empleos como halcones o extorsionadores, o incluso servicios que tradicionalmente deberían ser ofrecidos por el gobierno.

En un entorno donde las empresas no llegan y las autoridades solo aparecen esporádicamente, la Nueva Familia Michoacana ha logrado que la población los vea como una especie de autoridad legítima.

"Para muchas personas, la industria criminal de este grupo (que es una escisión de los Caballeros Templarios) es lo único que conocen. Ha habido históricamente un abandono institucional en el sur del Estado de México y en las regiones de Tierra Caliente en Michoacán y Guerrero. No llega la inversión pública, tampoco la inversión privada, y menos la extranjera", afirmó Balderas.

"Y entonces, para muchos, el modus vivendi son las migajas que les avienta este grupo criminal multimillonario. Muchos están dispuestos a defender esas migajas, así sea desarmando policías, amenazando con quemarlos vivos, destrozando patrullas, porque es lo único que conocen", aseguró.

La Nueva Familia Michoacana impone impuestos y da empleo en Edomex

Balderas describe esta situación como un “síndrome de Estocolmo colectivo”, donde la comunidad no solo tolera, sino que en muchos casos defiende al cártel, al considerarlo su única opción de vida. Ejemplos como el precio inflado de productos —una cajetilla de cigarros puede costar hasta 150 pesos— revelan cómo el crimen organizado establece su propia economía, aún a costa del empobrecimiento de la región.

"Cuando llega alguien foráneo se le cobra; cuando sale del pueblo se le vuelve a cobrar. Y, además, déjame decirte que uno de los lugares donde la vida es más cara en este país es justamente en el sur del Estado de México, y es por el impuesto que pone la Nueva Familia Michoacana a prácticamente cualquier producto. En ningún otro lugar del país yo he visto que una cajetilla de cigarros cueste 150 pesos", aseveró.

"El refresco es más caro que en muchos otros lugares como Tulum o Los Cabos, porque el impuesto que pone la Nueva Familia Michoacana es altísimo... La propia Nueva Familia Michoacana se ha asegurado de que la economía gire alrededor de ellos", relató el periodista.

El problema se agrava cuando las fuerzas del orden intentan recuperar el control. En lugar de apoyo ciudadano, muchas veces enfrentan hostilidad. Para la población, el cártel representa estabilidad, mientras que el Estado es sinónimo de abandono y represión.

Este fenómeno no solo refleja la debilidad institucional, sino también una fractura profunda en el pacto social. Cuando el crimen organizado suple funciones del Estado, se crea un sistema en el que la legalidad y la justicia dejan de tener sentido, especialmente para quienes nunca han recibido sus beneficios.

"La Nueva Familia Michoacana es un tipo de cártel que es probablemente el más difícil de erradicar, porque es un cártel que está en la cotidianidad. En algunos lugares, por ejemplo, me parece que en Luvianos, la Nueva Familia Michoacana cobra por perro que hay en casa. Se cobra por vehículo que tienes, por niño que va a la escuela. Y todos esos "impuestos", este cobro de derecho de piso, la Nueva Familia Michoacana supuestamente los reinvierte en el municipio", concluyó Balderas.