VIOLENCIA CDMX

La tragedia del CCH Sur: Un reflejo de la violencia Incel en México

El asesinato de un estudiante en el CCH Sur ha puesto en el foco la creciente influencia de los grupos incel en México.

La violencia incel cobra vidas.
La violencia incel cobra vidas. Créditos: Cuartoscuro y redes sociales
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La reciente agresión que derivó en la muerte de Jesús Israel, un estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, ha encendido las alarmas en México. Este suceso, como señaló Luciana Wainer en MVS Noticias, es mucho más que un incidente aislado; es un "botón de muestra" de la violencia que sufren las juventudes, vinculada a la propagación de discursos de odio de los grupos incel. 

La discusión pública sobre este fenómeno, que ha existido desde los años 90 pero cobró fuerza con la serie "Adolescencia" y este caso en particular, nos obliga a mirar más allá de la superficie y entender qué está pasando con los jóvenes y de dónde nace este odio.

¿Qué son los Incels y cómo se relacionan con la violencia?

Para comprender la raíz de esta problemática, es fundamental entender qué son los incels. Ismael Ocampo, sociólogo e investigador de Gendes, explicó que las comunidades incel son una "subcomunidad que pertenece a lo que se ha denominado como la manósfera". 

Se caracterizan por estar "mayoritariamente integrado por hombres con un fuerte rechazo al feminismo y las políticas de igualdad y los cambios en las identidades y estructuras y creencias de género". El término "incel" proviene del inglés y significa "célibes involuntarios", un grupo que, según Ocampo, es el más radical dentro de esta manósfera.

El surgimiento de los incels se remonta a unos 20 años, pero su crecimiento se ha acelerado con el uso masivo de redes sociales, el impulso de los movimientos feministas y el aislamiento provocado por la pandemia. Estos grupos, que generan "un odio muy fuerte hacia las mujeres y hacia la sociedad en general", tienen una capacidad alarmante para captar a jóvenes que enfrentan "soledad, frustración, depresión o incertidumbre sobre su futuro".

INCEL: La construcción de una identidad basada en el odio

Las comunidades incel ofrecen un "importante acompañamiento afectivo y emocional" a muchos de estos jóvenes, creando una "red identitaria" a partir de una posición de víctima. Sin embargo, el riesgo, como advierte Ocampo, es que esta identidad se construye "a partir del odio y la misoginia con narrativas que pueden escalar hasta actos violentos". 

Los lazos afectivos que los incel construyen en comunidades virtuales, "muy cargados desde el odio y la misoginia", son lo que genera esta radicalización. Si bien muchos casos se quedan en "violencias en espacios virtuales", otros, que "no son menores", han derivado en "varios atentados a lo largo de las últimas 10 años".

La influencia de "gurús en redes sociales y políticos conservadores" también juega un papel crucial en la difusión de estas ideas, ya que "naturalizan, justifican, normalizan" creencias que luego se radicalizan. Ocampo enfatizó que reducir el problema a un grupo de jóvenes sería un error, pues los discursos incel "ya se han filtrado en otros espacios culturales y sociales". Los sentimientos de frustración y malestar emocional que experimentan estos jóvenes son compartidos por "buena parte de la población".

Abordar la raíz del problema: salud mental y políticas públicas

La tragedia del CCH Sur, y otros casos en España y Argentina donde la violencia digital ha escalado a agresiones físicas, subraya la urgencia de actuar. Luciana Wainer en entrevista con Manuel López San Martín,  destacó que las "preguntas, angustias, incertidumbres muy legítimas" de los jóvenes son "canalizadas o aprovechadas por diferentes grupos", construyendo una "red identitaria de masculinidad basada en la violencia, en la misoginia, el odio a las mujeres". Este odio no solo se dirige a las mujeres, sino también a "hombres exitosos" o aquellos con "relaciones exitosas de pareja".

La solución no radica en "culpabilizar a los jóvenes", sino en "asumir la frustración y el enojo que están viviendo y encontrar canales para trabajarlo". Es crucial "acceder a que tengan salud mental" y "empezar a dialogar con estos jóvenes que primero la están pasando mal".

Sin duda, para los especialistas la tragedia del CCH Sur es un reflejo de la violencia Incel en México.