En la mayoría de los 120 panteones distribuidos en las 16 alcaldías de Ciudad de México, están las áreas donde descansan los más pequeños que año con año son visitados por sus familias.
La señora Guadalupe recuerda con especial cariño a dos pequeños de su familia, a los no dudó en visitar esta fecha y adornar su tumba, en el Panteón San Isidro en Azcapotzalco.
“Vengo a honrar a los niños a los difuntos, porque son almas que merecen un poquito de cariño; aunque ya no estén con nosotros, ellos son unas personitas que fallecieron, son dos y siempre paso a verlos…ya adornaron ya esta todo bien, hoy llegan sus almas”, comentó.
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Carolina y su esposo también acudieron a dejar flores a la tumba de su sobrina, a la que visitan cada año desde hace una década.
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“Sí, se merece que le traigamos sus flores, es cada año y si es posible traerles en el transcurso del año, pues que bueno, pero de hecho es cada año.
“Es muy importante para los mexicanos y nos quedaríamos inconformes o insatisfechos de que no venimos a dejar una flor o una veladora”, detalló la señora Mónica.
El operativo de vigilancia opera a su máxima capacidad en todos los panteones de CDMX.
Los ofícieles realizan patrullajes dinámicos y evitan las concentraciones, principalmente de aquellos que ingieren bebidas alcohólicas en la vía pública.
Además, hay vigilancia interna en los panteones donde tampoco se permite el ingreso con bebidas embriagantes o sustancias prohibidas, puesto que el objetivo es preservar el orden.
@amarilloalarcon