En Día de Muertos, el perro mexicano de la raza Xoloitzcuintli, xoloescuincle o xolo, toma una dimensión diferente, mística ya que de acuerdo con la leyenda azteca, es un guía que te acompaña a Mictlán, la tierra de los muertos.
Este perro, más allá de su papel de compañía, tiene una dimensión diferente en estos días y cobra un significado sagrado, un guía entre lo terrenal y lo sagrado, en el mundo de los muertos.
Se trata de un perro pequeño pero grande en lo sagrado para los aztecas, que se caracteriza por tener casi nulo pelo. Su tamaño define que sean guardianes o acompañantes, de acuerdo a la cultura mexica, pues están muy asociados a ella.
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¿Qué representaban los xoloitzcuintles para los aztecas?
Esta particular raza ha sido venerada desde tiempos prehispánicos, pues era la creencia en eso tiempos, que estos bellos animales eran guardianes de los espíritus, que guiaban a las almas de los fallecidos por el largo y difícil camino por Mictlán, conocida por ser la ciudad de los muertos.
De acuerdo con el Gobierno de México, la función más importante que se creía cumplían los Xolos, era la de ayudar a pasar a las almas por un profundo y caudaloso rio que atraviesa la tierra de los muertos.
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Si la persona en vida había tratado mal a los animales, especialmente a los perros, el Xolo se negaría a ayudarlo a pasar.
Sin embargo si la persona había tratado bien a los perros cuando se encontraba con vida, el Xolo gustoso, tomaría el alma, la pondría sobre su lomo y la llevaría a salvo hasta el otro lado del río.
Xolos, ligados también a la muerte
Los Xoloitzcuintles no solamente eran valorados en el mundo espiritual, sino también cuando estaban vivos, pues eran asociados a Xolotl, el dios de la muerte, con el cual deberían ser bondadosos si querían gozar de una muerte agradecida y sin sufrimiento.
La leyenda del Xolo cuenta que si este es color negro, no podrá llevar a las almas del otro lado del río, pues su color indica que él ya se ha sumergido en el río y ha guiado ya a suficientes almas a su destino. De igual forma, si el Xolo es blanco o de color muy claro, tampoco podría atravesar el rio, pues eso significa que es muy joven y aún no ha podido alcanzar la madurez para lograrlo.
Los xoloitzcuintles tenían la misión de guiar con seguridad a los muertos, pero no sólo eran valorados en la muerte, sino que en la vida estaban asociados al miedo, incluso, pero también al cuidado permanente, debido a su piel sensible y a lo juguetones que son por naturaleza.
El xoloitzcuintle, al que se le conoce también como perro azteca o pelón mexicano, es el resultado de una mutación genética espontánea que se dio de una generación a otra.
¿Por qué no tienen pelo los Xolos?
De esta raza, llama poderosamente la atención que no tenga pelo y si llega a tener es muy poco y localizado en la cabeza y cola.
De acuerdo con la UNAM , durante los primeros días de vida del embrión de un xoloitzcuintle se forman tres capas: el endodermo, el mesodermo y el ectodermo.
La mutación genética induce una malformación del ectodermo, de tal modo que algunos órganos derivados de esta capa se desarrollan en forma incompleta, como la piel y los dientes.
A diferencia de la piel de un mamífero común y corriente, la del xoloitzcuintle se quedó en estado embrionario; o sea, es una capa de piel delgada no diferenciada, en la que no se desarrollaron los folículos pilosos ni las glándulas sebáceas; por eso no tiene pelo ni suda.
“La gente de la región de Colima consideró que, si bien el perro pelón era un animal extraño, su aparición respondía a una decisión de los dioses, y que por eso no le correspondía matarlo ni decidir su destino. Así, lo aceptó como a los demás perros y lo llamó xoloitzcuintle” (‘perro raro’ o ‘perro arrugado’ en náhuatl), según Raúl Valadez Azúa, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM.
En este Día de Muertos, y sabes que el perro mexicano de la raza Xoloitzcuintli, Xoloescuincle o Xolo, toma una dimensión diferente, mística ya que de acuerdo con la leyenda azteca, es un guía que te acompaña a Mictlán, la tierra de los muertos.