El abogado Gerardo Carrasco Chávez, del despacho Soledad & Carrasco, compartió su visión sobre la iniciativa de reforma a la Ley de Amparo, tras participar en un parlamento abierto en el Senado.
Si bien reconoce aspectos positivos como la justicia digital y la aceleración de trámites, también expresa preocupaciones sobre la posible restricción del acceso a la justicia para colectividades y grupos vulnerables.
Carrasco Chávez enfatizó la importancia de la flexibilidad en la interpretación judicial y la necesidad de un punto medio que combata abusos sin menoscabar el derecho de acceso a la justicia.
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Reforma a la Ley de Amparo: ¿Avance o Retroceso?
La iniciativa de reforma a la Ley de Amparo ha generado un intenso debate en el ámbito jurídico y político de México. En este contexto, el abogado Gerardo Carrasco Chávez, del reconocido despacho Soledad & Carrasco, ofreció su perspectiva tras participar en un parlamento abierto en el Senado, un espacio que, según sus palabras, mostró "apertura real por entender desde el foro y desde la academia, cuáles son las preocupaciones técnicas".
Los puntos a favor: Justicia digital y agilización de trámites
Carrasco Chávez destacó, en entrevista con Manuel López San Martín, que la reforma presenta "puntos bastante positivos y novedosos en torno a la justicia digital y a la aceleración de los trámites y de los juicios de amparo interminables que tenemos en México".
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Esta modernización, que busca optimizar los procesos judiciales, es vista como un avance significativo, especialmente por alguien con más de 15 años de experiencia que ha "padecido" la lentitud de los juicios de amparo. La incorporación de criterios judiciales ya establecidos por la Corte en la ley también es un aspecto que, si bien genera debate sobre su flexibilidad, busca dar certeza jurídica.
Las Preocupaciones: Acceso a la justicia y flexibilidad judicial
Sin embargo, el abogado también subrayó importantes preocupaciones. Una de las críticas principales se centra en la figura legal del "interés legítimo", que tradicionalmente protege a colectividades y grupos vulnerables. Carrasco Chávez advierte que, si la reforma "termina aprobándose de tal manera que pueda restringir el acceso a la justicia de las personas más necesitadas", podría generar un impacto negativo.
Otro punto crucial es la necesidad de que los criterios judiciales que se incorporen a la ley sean "lo suficientemente flexibles para darle chance a los jueces y juezas de distrito para que interpreten". Para Carrasco Chávez, la labor de un juez no es "una labor binaria", sino que implica analizar cada caso concreto, evitando "prohibiciones en términos generales para todos todos los casos".
¿Un proceso Fast Track o un espacio para el diálogo?
La participación de legisladores como el senador Javier Corral, presidente de la Comisión de Justicia del Senado, el senador Enrique Insunza, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, y el senador Manuel Huerta, integrante de estas comisiones, en el parlamento abierto, fue percibida por Carrasco Chávez como una señal positiva.
"De veras, de veras, yo sentí que sí el Senado de mi país nos estaba escuchando y estaba tratando de ver de qué forma se pueden calmar inquietudes muchas de ellas legítimas sobre esta nueva reforma", afirmó.
A pesar de la posibilidad de unsin modificaci"proceso fast track" ones, Carrasco Chávez mantiene la esperanza de que se recojan las opiniones técnicas. Recordó casos como la ley en materia de telecomunicaciones y la reforma en competencia económica, donde los parlamentos abiertos sí derivaron en "muchísimos cambios en el primer dictamen".
Ley de Amparo: No es el fin del mundo, pero requiere atención
Contrario a las voces más alarmistas que pronostican el "fin del amparo", Carrasco Chávez opina que "no es el fin del mundo, no se acaba el amparo". Considera que la misma ley puede prestarse a interpretación por parte de los jueces de distrito y, eventualmente, por la Suprema Corte, especialmente dada la actual corte con su "enfoque social importante e interesante".
La clave, según el abogado, reside en la capacidad de los operadores jurídicos para interpretar y aplicar la ley. "Si se contrata un abogado o abogada estudioso que sepa ver por dónde le puede llegar a interpretar un criterio y al final convenciera un juez de distrito para que resuelva a favor de su cliente, pues entonces nos estamos volviendo cada vez más necesarios ahora también los abogados litigantes", concluyó.
La reforma a la Ley de Amparo se presenta como una iniciativa con luces y sombras. Si bien promete avances en la justicia digital y la agilización de trámites, genera inquietudes sobre el acceso a la justicia y la flexibilidad en la interpretación judicial. La participación en foros como el parlamento abierto, y la disposición de los legisladores a escuchar, son elementos cruciales para lograr un "punto medio" que permita una reforma que combata abusos sin menoscabar el derecho fundamental de acceso a la justicia para todos los ciudadanos.
