Durante la primera quincena de julio de 2025, la inflación general en México se ubicó en 3.55% a tasa anual, una cifra que refleja una moderación respecto al mismo periodo del año pasado, cuando el índice se situó en 5.61%, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En términos quincenales, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un avance de 0.15%, alcanzando un nivel de 140.731 puntos. Este índice mide el cambio promedio en los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos.
Precios subyacentes y no subyacentes, con incrementos moderados
El índice de precios subyacente, que excluye los productos con precios más volátiles —como algunos alimentos y energéticos—, también presentó un aumento de 0.15% respecto a la quincena anterior. Dentro de este componente, los precios de mercancías subieron 0.05%, mientras que los servicios aumentaron 0.24%.
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Por su parte, el índice de precios no subyacente —que incluye frutas, verduras y energéticos— creció 0.16%. En esta categoría, los precios de frutas y verduras se incrementaron 0.25% y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 0.12%.
En comparación con julio de 2024, tanto el componente subyacente como el no subyacente muestran una desaceleración importante: el primero pasó de 4.02% a 4.25% anual, y el segundo descendió de 10.64% a 1.24%.
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Productos con mayor impacto en la inflación
Entre los productos que más presionaron al alza los precios destacan el huevo, el transporte aéreo, los servicios en loncherías, fondas y taquerías, así como la vivienda propia. En contraste, algunos artículos presentaron disminuciones, como el pollo, la uva y los pañales.
Canasta de consumo mínimo también muestra menor presión
El Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo —que refleja el costo de productos esenciales— tuvo un incremento de 0.11% quincenal y de 3.73% anual, cifras significativamente menores frente al mismo lapso de 2024, cuando los aumentos fueron de 0.82% y 5.52%, respectivamente.
Estos datos confirman una tendencia de desaceleración en la inflación general, aunque algunos rubros continúan mostrando presiones, especialmente en servicios y alimentos básicos.