Entró en vigor la reforma a la Ley Federal del Trabajo, también conocida como “Ley Silla”, que obliga a las empresas a proveer el número suficiente de asientos o sillas con respaldo a las personas trabajadoras de los sectores de servicios, comercio y análogos, para que puedan cumplir con sus funciones o descansar periódicamente durante la jornada laboral.
La Secretaría del Trabajo tiene un plazo de 30 días naturales para emitir la normatividad que permita el cumplimiento del artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo, el cual establece las obligaciones de los empleadores.
Además, comienza a correr el plazo de 180 días naturales para que las empresas adecúen su normativa interna y cumplan con la nueva obligación.
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Ante la entrada en vigor de la “Ley Silla”, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que representa a trabajadores de las industrias alimentaria, refresquera, turística, hotelera y gastronómica, entre otras, advirtió que las organizaciones sindicales vigilarán el cumplimiento de la norma.
El dirigente de la CROC, Isaías González, dijo que las empresas deben ver este asunto como una inversión y no como un gasto.
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“Es una inversión. El trabajador descansa, está más contento, rinde mejor. Estamos en otras épocas, en tiempos modernos, en tiempos de tecnología digital, de inteligencia artificial. Y aun así, quieren tratarlo como en la época de la esclavitud, y no”, afirmó.
Isaías González reconoció que hacen falta sillas, pero confió en que la reforma se aplique en beneficio de los trabajadores.
“Lo que yo sé es que muchas empresas están pidiendo sillas, y no hay las que se necesitan a nivel nacional. Faltan sillas, pero ya llegarán o ya las harán aquí”, aseguró.
Algunas organizaciones empresariales han señalado que la implementación debe ser clara y flexible, especialmente en sectores donde las tareas requieren movilidad constante.
