La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) junto con la Secretaría del Bienestar (Bienestar) en coordinación con el Gobierno de Guerrero, instalaron las mesas de trabajo comunitarias como parte de la implementación del Plan General Lázaro Cárdenas del Río y el Plan de Justicia de la Montaña.
La SEDATU informó que el objetivo es atender las desigualdades históricas que enfrenta esta región del país.
Con la presencia de la secretaria Edna Vega Rangel, se instalaron las mesas de trabajo, en la cuales las comunidades tuvieron la oportunidad de dialogar directamente con representantes del gobierno federal y estatal, para expresar sus necesidades.
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También para plantear propuestas y acordar conjuntamente las acciones prioritarias que formarán parte de un programa de trabajo regional. La dependencia indicó que participaron 206 funcionarios locales y más de 500 asistentes de los 23 municipios que conforman ambos planes.
Por su parte la Procuraduría Agraria participó en el levantamiento de las necesidades de las comunidades beneficiadas, así como en la atención a la conflictividad agraria, con cercanía, diálogo y compromiso territorial.
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El sector agrario recibió propuestas de reconciliación por parte de núcleos con altos niveles de conflicto, lo que confirma el deseo de las comunidades de construir bienestar a través de la pacificación del territorio.
La SEDATU subrayó que estas acciones forman parte de una estrategia nacional impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha determinado 11 regiones prioritarias en el país, entre ellas La Montaña, debido a las profundas brechas de desigualdad, marginación y pobreza que enfrentan sus habitantes, en su mayoría pertenecientes a pueblos indígenas.
En lo que corresponde al Plan General Lázaro Cárdenas del Río, este busca promover el desarrollo regional con justicia social, a través de la coordinación interinstitucional y la participación directa de las comunidades.
Contempla acciones integrales como la construcción de caminos, sistemas de agua potable, infraestructura educativa y de salud, además del fortalecimiento de programas sociales.
En complemento, el Plan de Justicia de la Montaña de Guerrero se centra en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, impulsando su participación activa en la toma de decisiones para definir el rumbo de su propio desarrollo.
Estas jornadas representan un paso fundamental hacia una transformación profunda y duradera en La Montaña, basada en la justicia, la dignidad y el respeto a la diversidad cultural.
