La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que esta semana comenzarán las mesas de diálogo para reducir de forma gradual la jornada laboral en México a 40 horas.
La meta es pasar de 48 a 40 horas semanales en un proceso que concluiría en el año 2030, como parte de una reforma que busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
El anuncio se dio en el marco del Día del Trabajo, durante un evento en Palacio Nacional, donde Sheinbaum recalcó que el cambio no será inmediato, pero sí consensuado: “Lo importante es ver cómo lo vamos a hacer y que sea un acuerdo que nos permita mejores condiciones laborales”, dijo.
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¿Qué plantea la reforma?
El secretario del Trabajo, Marath Bolaños, explicó que el cambio será resultado de un proceso de diálogo entre trabajadores, sindicatos y empresarios. Señaló que una reducción de jornada no afecta la productividad, sino que dignifica el tiempo de vida y el valor del trabajo.
Actualmente, la Ley Federal del Trabajo permite hasta 48 horas a la semana, aunque en la práctica muchos empleados superan las 56 sin sanciones. Con una jornada de 40 horas, habría dos días obligatorios de descanso, lo que ha generado preocupación en el sector empresarial.
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¿Es viable en México?
México es uno de los países donde más se trabaja, con un promedio de 2 mil 226 horas anuales, según la OCDE. En comparación con otras naciones de América Latina, el país se encuentra rezagado en cuanto a condiciones laborales, y la sobrecarga de trabajo no siempre se traduce en mayor productividad ni mejor calidad de vida para los trabajadores.
Aunque la iniciativa aún se encuentra en etapa de diálogo, la propuesta de Sheinbaum para establecer una jornada laboral de 40 horas sería el primer gran cambio estructural en más de un siglo. De concretarse, alinearía a México con una tendencia internacional que prioriza el bienestar laboral sin descuidar el desarrollo económico.