La Quema de Judas es una de las tradiciones más representativas del Domingo de Resurrección en el contexto de la Semana Santa, especialmente en México y diversos países de América Latina.
Este ritual simbólico, que fusiona elementos religiosos, sociales y políticos, se lleva a cabo el domingo posterior al Viernes Santo, como parte del cierre de las celebraciones pascuales.
Origen y significado de la Quema de Judas
Históricamente, la Quema de Judas tiene raíces que podrían rastrearse hasta prácticas turcas, las cuales fueron adoptadas por España durante la Edad Media y luego traídas a América durante el periodo colonial. Originalmente, esta costumbre servía como una representación del castigo a Judas Iscariote, el apóstol que, según los Evangelios, traicionó a Jesús a cambio de 30 monedas de plata.
Te podría interesar
Con el paso del tiempo, esta manifestación adquirió un carácter más simbólico, extendiéndose hacia una crítica social y política. Actualmente, los muñecos que se queman no solo representan a Judas, sino que suelen caricaturizar a figuras públicas, personajes polémicos o incluso problemáticas sociales como la corrupción, la impunidad o la violencia.
¿Cómo y dónde se lleva a cabo la Quema de Judas?
El proceso varía según la región, pero generalmente inicia con la elaboración de un muñeco, comúnmente hecho con materiales inflamables como papel, cartón y trapos. A menudo, se le incorpora pólvora o fuegos artificiales para hacer más espectacular la incineración. El muñeco puede representarse como un demonio, la muerte o personalizarse con rasgos de personajes públicos.
Te podría interesar
Previo a la quema, en muchas comunidades se realiza una lectura burlesca o "sentencia", en la que se enumeran los "pecados" del Judas simbolizado. Luego, el muñeco es paseado por las calles, acompañado de música, danzas y multitudes, para finalmente ser consumido por el fuego en medio de una celebración colectiva.
En México, la Quema de Judas es especialmente popular en la Ciudad de México, Oaxaca y San Luis Potosí, donde los muñecos suelen retratar a figuras del ámbito político o social.
Otras naciones como Venezuela, Colombia, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Nicaragua también conservan esta tradición, adaptándola a su contexto local. En España, aunque con menor frecuencia, se sigue practicando en algunos pueblos con fuerte arraigo religioso.
La Quema de Judas no solo representa el rechazo simbólico a la traición, sino también una forma de expresión popular y crítica colectiva. Su vigencia y adaptación a la realidad contemporánea la convierten en una de las manifestaciones culturales más potentes y participativas de la Semana Santa.