El planteamiento de la Presidenta de la República, que perfiló solicitar a los bancos que reduzcan las tasas de interés que cobran, no es mala idea, pero no se podrá cumplir tan fácilmente, alertó el líder parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira.
El legislador indicó que si se quiere impulsar el acceso al crédito, agilizar la economía nacional y apoyar a empresarios y ciudadanos, una medida más directa y de efecto inmediato, sería que los bancos bajaran el cobro de comisiones a los usuarios.
“Pues no me parece una mala idea, pero yo le diría algo que es mucho más rápido y puede solucionar el problema a muchísima gente: que es disminuir las comisiones bancarias que son altísimas, son muy muy altas las comisiones bancarias y esto libera dinero de las personas que pueden adquirir más productos y se dinamiza la economía”, planteó.
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En declaraciones hechas por la vía virtual, el exgobernador de Coahuila subrayó que el problema para la Jefa del Ejecutivo Federal, que pretende cumplir sus ofrecimientos de apoyar a los empresarios y sectores productivos del país, es que su administración no tiene dinero para concretar esos planes.
“El gobierno destrozó a la banca de desarrollo, entre ellos la Financiera Rural”, recordó el coordinador priísta.
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A ello se suma, manifestó en coincidencia con el economista Mario Di Costanzo, que las tasas de interés bancarias no pueden bajar “por decreto”, sino que dependen de distintos factores que incluyen las políticas del Banco de México (Banxico).
Moreira Valdez indicó que bajar las tasas de interés de los bancos “por decreto” o de manera artificial puede poner en riesgo el sistema financiero.
Gobierno sin dinero
El problema con las iniciativas de la Jefa del Ejecutivo para mejorar las condiciones económicas, es que el Gobierno Federal ya no tiene dinero, sentenció.
Muestra de ello, añadió, es el alto nivel de endeudamiento de México.
El país está gravemente endeudado y en 2026, el monto de la deuda que recibió el primer gobierno morenista en 2018, que rondaba 10.8 billones de pesos, llegará a 20 billones de pesos.
Eso significa que la deuda se duplicó en tan sólo siete años, sentenció.