La Cámara de Diputados vivió una noche especialmente tensa el pasado 3 de diciembre, cuando el debate de la nueva Ley General de Aguas Nacionales escaló de los reclamos verbales a los empujones en el Pleno.
Lo que comenzó como una discusión sobre la falta de consultas a pueblos originarios terminó convirtiéndose en una confrontación entre bancadas que dejó la sesión al borde de la suspensión.
Todo se detonó cuando legisladores del PAN y del PRI cuestionaron a Morena por avanzar con la reforma sin un proceso de participación indígena. Desde el bloque oficialista respondieron con calificativos como “ignorantes”, lo que elevó el tono del intercambio y prendió los ánimos de la oposición.
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El diputado del PT, Adrián González Naveda, aseguró que las comunidades sí serán consultadas, pero para la Ley Reglamentaria del Artículo 2. Cerró su intervención con un “no sean ignorantes, canallas”, frase que provocó que diputados panistas se dirigieran directamente al espacio del PT y Morena, iniciando forcejeos y gritos.
¿Qué detonó la confrontación en San Lázaro?
Mientras los legisladores discutían en el Pleno, afuera del recinto permanecían manifestantes del Frente Nacional para el Rescate del Campo, quienes desde hace semanas protestan contra la reforma hídrica del gobierno de Claudia Sheinbaum.
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Organizaciones campesinas acusan que la nueva ley profundizará la crisis de acceso al agua y han advertido que endurecerán sus movilizaciones, incluso amenazando con llegar al Zócalo el próximo sábado.
En medio del conflicto, Ricardo Monreal defendió que el Congreso ya había realizado consultas entre 2019 y 2024. Desde Acción Nacional, Elías Lixa reviró que esos ejercicios no corresponden al dictamen que actualmente se discute, acusando al oficialismo de querer aprobar la reforma “a puerta cerrada”.
La diputada del PT, Lilia Aguilar, pidió a la presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán, controlar a sus compañeros de bancada, asegurando que el acercamiento de los panistas al área de Morena fue una “provocación” para reventar la sesión.
Mientras en el Pleno se intentaba retomar el orden, la discusión legislativa continuó rodeada de señalamientos. Diputados de oposición y del oficialismo intercambiaron acusaciones sobre beneficios personales y concesiones de agua, mencionando casos de figuras como Olga Sánchez Cordero, César Duarte e incluso el expresidente Vicente Fox, en un ambiente de creciente polarización.
La sesión continuó bajo estrictas advertencias de la Mesa Directiva para evitar otro episodio violento, mientras el dictamen avanza a paso acelerado por instrucción del bloque mayoritario.