En la tarde del 1 de noviembre de 2025, mientras familias mexicanas honraban a sus difuntos, las balas callaron la voz de uno de los alcaldes más críticos del gobierno federal. Carlos Alberto Manzo Rodríguez, presidente municipal de Uruapan, Michoacán, fue asesinado de siete impactos de bala mientras participaba en el Festival de las Velas, una celebración tradicional del Día de Muertos.
Su muerte ocurrió tras meses de denuncias públicas contra la incapacidad del Estado para contener a los grupos delictivos que operan en la región.
Carlos Manzo: Un alcalde combatiente
Carlos Alberto Manzo Rodríguez (1985-2025) no era un político convencional. Nacido en Uruapan, estudió Ciencias Políticas en el ITESO, una universidad jesuita en Guadalajara, y provenía de una familia con tradición de activismo social . Su padre, Juan Manzo Ceja, había liderado una protesta civil pacífica en 1992 denunciando un fraude electoral local .
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Inició su carrera política en las juventudes del PRI, pero fue electo diputado federal por MORENA en 202. Sin embargo, en 2024 rompió con el partido oficialista cuando perdió la candidatura municipal frente al entonces alcalde Ignacio Campos Equihua, de quien era crítico abierto.
Manzo decidió entonces competir como independiente bajo el movimiento "Los del Sombrero", obteniendo un contundente 66% de los votos para convertirse en el primer alcalde independiente de Uruapan.
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Carlos Manzo: Denuncias y confrontación con el crimen organizado
Desde que asumió la alcaldía en septiembre de 2024, Manzo implementó una estrategia de cero tolerancias contra el crimen organizado que operaba en su municipio, particularmente contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Sus denuncias más contundentes incluían:
- Extorsión a productores de aguacate y limón: Manzo denunciaba constantemente que los grupos criminales extorsionaban a los agricultores de la región, una actividad económica vital para Michoacán.
- Infiltración en cuerpos policiales: En noviembre de 2023, incluso antes de ser alcalde, Manzo fue detenido por la Guardia Nacional después de denunciar que policías locales intentaban extorsionar a una mujer. En ese incidente, declaró: "Me golpearon y me arrestaron ilegalmente porque saben que tengo inmunidad constitucional concedida por la gente de Uruapan. No quieren que los vigilemos porque están robando a los productores de aguacate".
- Falta de apoyo federal: El alcalde criticaba abiertamente la estrategia de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum, considerando insuficiente la política de "Abrazos, no balazos" frente a la violencia desatada en su municipio.
La confrontación de Manzo con las autoridades federales llegó a su punto más álgido en mayo de 2025, cuando autorizó a su policía municipal a usar fuerza letal contra criminales que atacaran a la población o se resistieran al arresto.
La presidenta Sheinbaum respondió que estaba equivocado y que debía prevalecer el estado de derecho.
La réplica de Manzo fue contundente: "No puede haber abrazos para los criminales", y retó a la mandataria a resolver la crisis en el municipio con la política federal de "abrazos" sin disparar una sola bala, ofreciendo incluso dejar su cargo si ella lo lograba.
En septiembre de 2025, tras el asesinato de un oficial de policía municipal, canceló las festividades patrias en el municipio y solicitó apoyo directo de la presidenta Sheinbaum para contener la violencia. Aunque el gobierno federal y estatal desplegaron 300 elementos de seguridad el 30 de septiembre, estos fueron retirados dos semanas después. Manzo creía que este retiro era una represalia por su cierre simbólico del proyecto de teleférico que construía el gobierno estatal en el municipio.
El asesinato de Carlos Manzo que conmocionó a México
La noche del 1 de noviembre de 2025, aproximadamente a las 20:10 horas, Manzo fue atacado mientras participaba en el Festival de las Velas en el centro histórico de Uruapan, acompañado de su familia.
Recibió siete impactos de bala, tres de los cuales le alcanzaron en la espalda y el abdomen, siendo esta última herida la fatal. Fue declarado muerto en un hospital local a los 40 años de edad.
El secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, informó que el atacante, identificado como Osvaldo Gutiérrez Vázquez, alias "El Cuate", miembro del CJNG, fue abatido, y se realizaron otras dos detenciones. Harfuch reveló que Manzo contaba con protección federal desde diciembre de 2024, que incluía a 14 elementos de la Guardia Nacional y dos vehículos asignados desde mayo de 2025.
La trágica muerte de Carlos Manzo ejemplifica los enormes riesgos que enfrentan los funcionarios locales que se atreven a desafiar abiertamente al crimen organizado en México. Sus reiteradas denuncias sobre la infiltración criminal en las corporaciones policiales, la extorsión a productores agrícolas y la falta de apoyo federal para combatir a los grupos delictivos quedaron como testimonio de una lucha que pagó con su vida.