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En entrevista con Manuel López San Martin, para MVS Noticias, Luis Chaparro, director Pie de Nota habló del CJNG que prometió 50 mil pesos a los sicarios de Carlos Manzo para asesinarlo.
En un giro trágico, la muerte del alcalde de Uruapan, Carlos Manso, ha reabierto el debate sobre la violencia en México. Manso fue asesinado a sangre fría, y las preguntas se multiplican: ¿quién está detrás de este crimen y qué motivaciones escondidas hay en juego?
Luis Chaparro, director de Pie de Nota, expuso detalles escalofriantes que rodean el asesinato. Según Chaparro, "la promesa de pagar a estos sicarios por el asesinato de Carlos Manzo fue de 50 mil pesos entre dos". Este pago revela la poca importancia que tiene la vida en ciertas regiones del país. "O la vida en México y en Michoacán no vale nada, o la necesidad de los mexicanos por dinero es inmensa", afirmó.
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Carlos Manzo: Un crimen premeditado
El ataque fue meticulosamente planeado. A pesar de que había elementos de seguridad presentes, los sicarios encontraron un momento caótico durante un evento público para acercarse al alcalde.
"Lograron acercarse mucho a Carlos Manzo y le dispararon al menos cinco veces", señaló Chaparro. Esto pone la atención en la efectividad de la seguridad perimetral en el evento y plantea dudas sobre la responsabilidad de la Guardia Nacional en la protección del alcalde.
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El Cártel Jalisco Nueva Generación en el horizonte
A medida que se ahonda en el trasfondo del caso, el titular de Pie de Nota identificó al Cártel Jalisco Nueva Generación como un posible responsable. Chaparro explicó que Manzo había criticado a este grupo en varias ocasiones y su papel en la extorsión de agricultores locales. "Carlos Manzo mismo había señalado a ese grupo de intentar controlar Uruapan", agregó.
La situación plantea serias preguntas sobre la complicidad de las autoridades locales. Según Chaparro, "ser omiso en un estado como Michoacán es ser cómplice", en alusión a las críticas dirigidas hacia el gobernador Alfredo Ramírez Bedoya. La incapacidad de frenar la violencia en el estado ha dejado a los ciudadanos a merced del crimen organizado.
Las violentas circunstancias que rodean la muerte de Carlos Manzo no son un suceso aislado. Este caso evoca recuerdos de otras figuras públicas que han sido asesinadas en el contexto de la guerra contra el narco en el país.
Llama la atención que, a pesar de las denuncias que hacía Manzo sobre sus oponentes, las respuestas de las autoridades no han sido suficientes. La comunidad y varios analistas ponen en entredicho la seguridad en Michoacán y el papel del gobierno en proteger a quienes se atreven a desafiar al crimen.
La tragedia del asesinato de Carlos Manzo es un reflejo de una lucha más amplia contra la violencia y el temor que afecta a muchas comunidades en México. Las preguntas persisten: ¿qué más se debe hacer para encontrar justicia y evitar que este ciclo de violencia continúe?
La muerte de Carlos Manzo nos deja con interrogantes sobre la seguridad en México y la urgencia de un cambio real.