El líder parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, mostró su molestia cuando se le consultó sobre el costo de una hamburguesa que se le vio comer en un establecimiento en el aeropuerto de Guadalajara, el pasado viernes, mientras esperaba abordar un vuelo.
Al calificar como increíble que se le cuestione por ingerir alimentos en un negocio que no es “barato”, el legislador reviró preguntando si ahora se considerará un “lujo” comer una hamburguesa.
Cuestionado al respecto, dio explicaciones sobre su presencia en el lugar y por qué eligió el producto referido.
Te podría interesar
Indicó que al salir de la Ciudad de México rumbo al estado de Jalisco, para acudir al informe legislativo de la diputada Merilyn Gómez, no le dio tiempo de comer.
Tampoco previo al evento ni al finalizar el mismo.
Te podría interesar
Fue hasta que se encontraba en el aeropuerto que se decidió a comprar alimentos.
Subrayó que el restaurante elegido no es de lujo, no es tan caro y por el contrario, era comida rápida.
“Es increíble. O sea ¡es en el aeropuerto!, bastó creo que 200 pesos una hamburguesa, ¡eso es en el aeropuerto, en el aeropuerto está!, yo no quiero anunciar marcas pero está junto el aeropuerto de Guadalajara, los que vayan está, creo que está Fried Chicken, está otra hamburguesería, están cuatro o cinco comida rápida y antes de subirme no habíamos comido y compré una hamburguesa”, explicó.
Insistió en que es excesivo cuestionarlo sobre los alimentos que ingirió en un establecimiento comercial que remarcó, no es de lujo.
Argumentó que tuvo que elegir una hamburguesa de entre otros comercios de comida “rápida” similares y se declaró dispuesto a entregar el ticket a la prensa para confirmar su consumo y lo que se gastó.
“Ni sabía cómo se llaman. ¿Cómo se llaman, Shake Shack? Te voy a pasar el ticket de lo que costó, ¡pero es increíble que hasta para eso me quieran, o sea! ¿Tú crees que es un lujo comerse una hamburguesa en el aeropuerto, una Shake Shack sencilla? ¡No!”, atajó.
Irónico, señaló que como sucede en las películas o las series televisivas donde aparecen personajes que se hacen invisibles o cuentan con implementos que les permiten hacerse invisibles, él debería contar con esas ventajas para no ser visto ni juzgado por realizar actividades comunes como el comer en público.
Recalcó que no viaja en aviones privados, tampoco toma vuelos de lujo y ahora ya no sabe qué hacer para que no lo vean.
“¿Cómo le hago, cómo le hago para que no me vean? ¡Entonces ya es el como, digo, ya, de verdad, de verdad! ¡Una hamburguesa que costó 200 pesos! Bueno, que me vieron comer una hamburguesa, ¿entonces dónde como? ¡Es en el aeropuerto, fíjense nada más!”, enfatizó.
Afirmó que en el lugar donde se encontraba no venden tlayudas ni tacos, y por eso no eligió otro tipo de comida.
Aseguró que esos cuestionamientos no lo molestan, aunque sus expresiones mostraron lo contrario.
Le causa gracia que las preguntas tengan como tema los alimentos que come y dónde lo hace, refrendó.
Cerró el asunto señalando que ya sabía que alguien lo descubriría comiendo en el aeropuerto de Guadalajara, y finalmente así sucedió.