Productores agrícolas de 25 estados de México, agrupados en el Frente Nacional para el rescate al campo, denuncian la falta de atención gubernamental y la pérdida de rentabilidad en sus cultivos.
Baltazar Valdés, presidente de Campesinos Unidos de Sinaloa, señaló directamente al secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, como el principal obstáculo para el diálogo y la solución, acusándolo de engañar a la presidenta y al pueblo mexicano.
Las protestas y bloqueos carreteros, que persisten a pesar de los anuncios oficiales de acuerdos, se mantendrán hasta que se establezca un diálogo genuino y se atiendan sus demandas.
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La voz del campo: un grito de desesperación y acusaciones directas
La situación en el campo mexicano se agrava, y la paciencia de los productores agrícolas ha llegado a su límite. Lo que comenzó como demandas puntuales por el precio de garantía del maíz, ha escalado a una crisis nacional que abarca a todos los granos y se centra en la falta de rentabilidad.
Baltazar Valdés, presidente de Campesinos Unidos de Sinaloa y delegado del Frente Nacional para el rescate al campo, en entrevista con Manuel López San Martín, ha sido una de las voces más contundentes en esta coyuntura, señalando directamente a un funcionario federal como el principal responsable del estancamiento y la desinformación.
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"Los productores hemos perdido la esperanza de que el gobierno nos atienda y que sobre todo respete la dignidad de los productores agrícolas del país", afirmó Valdés, destacando que la problemática va más allá del maíz, afectando a "todos los granos en las mismas condiciones, la falta de rentabilidad".
Esta desesperanza ha llevado a los agricultores a tomar "acciones tan drásticas como es el cierre de carreteras," una medida que, según Valdés, se ha intensificado en Sinaloa ante la ausencia de comunicación de la autoridad federal.
Julio Verdeguer: ¿El obstáculo para la solución?
El foco de las acusaciones de los productores recae sobre Julio Berdegué Sacristán, Secretario de Agricultura. Valdés lo identifica como "el problema, la coyuntura que no nos permite tener la comunicación con el gobierno”.
La crítica principal es que Berdegué, 'engaña a la presidenta y engaña al pueblo de México asegurando en este caso los convenios con la gente de Guanajuato, Michoacán y Jalisco, donde hace suponer a la opinión pública que el problema está resuelto."
Sin embargo, la realidad en el terreno desmiente estas afirmaciones. "Por supuesto que no está resuelto," enfatizó Valdés, citando como prueba que "Guanajuato, Jalisco y Michoacán mantienen los cierres carreteros porque la gente está muy enojada cuando escucha al secretario de agricultura decir que están arreglando los problemas". Esta discrepancia entre el discurso oficial y la situación real ha generado una profunda desconfianza entre los agricultores.
La crisis del campo mexicano es profunda y multifacética. Los productores, cansados de la falta de atención y lo que perciben como engaños, han unificado sus fuerzas en un frente nacional. Las manifestaciones y bloqueos carreteros, lejos de disiparse, se mantendrán como una herramienta de presión hasta que se establezca un diálogo honesto y se atiendan sus demandas de rentabilidad y dignidad
