El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud, presentó el Modelo de Atención a la Salud con Mecanismos Incluyentes (Moasmi) que tiene el objetivo de garantizar que todas las personas, independientemente del género, condición económica, etnia o capacidades físicas, tengan acceso a la atención a la salud con calidad, y construir así un sistema de salud más inclusivo y participativo.
La directora general del CNEGSR, Yolanda Varela Chávez, fue la encargada de presentar el modelo de atención y puntualizó que el apego a este modelo garantiza el respeto pleno y salvaguarda los derechos humanos de mujeres, niñas, personas adultas mayores, con alguna discapacidad, de la diversidad sexual, población indígena, afrodescendientes y migrantes, entre otras.
El Moasmi se organiza en cuatro dimensiones: gestión de la salud pública incluyente; organización de los servicios de salud con perspectiva de género; acceso efectivo y atención centrada en la persona.
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Yolanda Varela detalló que, en el rubro de organización de los servicios de salud con perspectiva de género, inclusión y pertinencia cultural, el documento establece que las instalaciones deben contar con recursos humanos sensibles y empáticos, que comuniquen de forma incluyente.
Para garantizar el acceso efectivo a servicios de salud, se propone la eliminación de todo obstáculo geográfico, administrativo, social, financiero, organizacional, de infraestructura y materiales u otro.
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Para esto, se requiere impulsar acciones de capacitación especializada, centros de entretenimiento infantil (CEI), colocación de señaléticas en braille, uso de la lengua de señas mexicana (LSM), participación de personas intérpretes de lenguas indígenas, guías táctiles, rampas portátiles, escalones universales, equipo o aparatos médicos dirigidos a personas con discapacidad.
Puntualizó que este modelo es resultado de la evidencia científica sobre las desigualdades en la atención en los servicios de salud, derivado de diferencias raciales, etnia y género, las cuales influyen en la calidad de la atención. La evidencia revela que el género es un importante determinante social de la salud y la enfermedad.