En una larga jornada de caos, que exhibió las peores prácticas de la política de nuestro país, Morena y sus aliados políticos lograron la mayoría calificada para aprobar la reforma al Poder Judicial.
Traiciones, gritos, descalificaciones, tomas de tribuna, la irrupción de manifestantes en el recinto parlamentario, un senador ausente por la detención de su padre y otro más que milagrosamente arregló sus problemas de salud en solo unas horas para estar presente, marcaron la discusión de la reforma que Morena logró sacar adelante con 86 votos a favor y 41 en contra.
Apenas iniciados los trabajos comenzó a configurarse la mayoría calificada para Morena. Y es que la bancada de Movimiento Ciudadano denunció que su compañero Daniel Barreda había sido detenido, junto con su padre, por el gobierno de Layda Sansores, en Campeche.
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Desde la tribuna, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, recordó que en política no hay coincidencias, por lo que advirtió una intención de “silenciar a la mala” a la oposición.
La denuncia del senador del partido naranja fue desmentida por el coordinador de Morena, Adán Augusto López, quien aseguró que Daniel Barreda no había sido detenido e incluso señaló que se encontraba en la Ciudad de México.
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A lo largo de la sesión, los senadores del partido naranja pidieron frenar la discusión hasta que se tuviera conocimiento de lo que había ocurrido con su compañero de bancada; sin embargo, sus intentos fueron en vano.
El golpe a la oposición fue más fuerte, cuando se anunció la solicitud de licencia que presentó el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, quien argumentó problemas de salud para separarse por unos momentos de su escaño.
Ante esta situación, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, acusó un posible pacto de impunidad y llamó a su compañero a corregir el rumbo para que no fuera considerado un traidor.
El escaño de Miguel Ángel Yunes Márquez fue ocupado por su padre Miguel Ángel Yunes Linares (su suplente), quien fue recibido entre gritos de “traidor”, pero también con palmadas en el brazo del ex secretario de gobernación Adán Augusto López.
Apenas rindió protesta, Yunes Linares pidió el uso de la palabra y, mostrando por momentos una sonrisa burlona, acusó un linchamiento contra su hijo y aseguró que a los Yunes nadie los dobla.
Poco después inició el debate de la reforma judicial, el cual se vio interrumpido por la irrupción de un nutrido grupo de manifestantes a la sede de la Cámara Alta.
Se trataba de trabajadores del Poder Judicial y jovenes universitarios, quienes -entre empujones y algunos altercados con personal de resguardo- hicieron un boquete en una de las puertas y dieron portazo para lograr ingresar al salón de sesiones, donde encontraron algunos integrantes de la oposición que les manifestaron su apoyo.
Xicontécatl, el epicentro de la reforma al Poder Judicial
Ante esta situación, los trabajos fueron llevados a una blindada Antigua Casona de Xicoténcatl, donde reapareció Miguel Ángel Yunes Márquez, que se reincorporó tras superar sus problemas de salud y de paso anticipó su voto a favor de la reforma.
Durante el debate, entre reclamos por la traición de Miguel Ángel Yunes y la desaparición de Daniel Barreda, los panistas tomaron la tribuna para tratar de frenar la inminente aprobación de la reforma.
Al final, aunque dieron la batalla, los senadores de oposición no pudieron detener el dictamen, avalado con el apoyo de Miguel Ángel Yunes, quien de manera tímida y de viva voz, tuvo que cantar su voto a favor.
Cabe señalar que la bancada del PRI fue la única de la oposición que logró mantener los votos en contra de todos sus integrantes ante la reforma al Poder Judicial, junto con el senador sin grupo parlamentario, Manlio Fabio Beltrones, quien arribó de manera solitaria al salón de sesiones.