Adriana Dávila, exdiputada federal anunció públicamente su intención de ser la primera mujer que ocupe la dirigencia nacional del PAN.
En una carta dirigida al Consejo Nacional, al Comité Ejecutivo y a la Comisión Permanente del partido, afirmó que, antes de emitir la convocatoria para la renovación de la dirigencia que actualmente encabeza Marko Cortés, se deben reconocer los errores, las fallas del pasado, las prácticas antidemocráticas internas y los actos poco éticos que tienen al PAN en una situación de vulnerabilidad institucional.
Dijo estar de acuerdo en el llamado a no dividir al partido en estos momentos, pero también consideró necesario aceptar que llevan años divididos y que hay un enorme alejamiento de las dirigencias nacional y estatales hacia la militancia.
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Afirmó que las comisiones permanentes, así como los consejos nacionales y estatales, han sido disminuidos a simples oficialías de parte.
“La militancia ha sido ignorada e incluso ninguneada por quienes encabezan Acción Nacional”, señaló.
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En clara referencia a Marko Cortés, Adriana Dávila sostuvo que es muy difícil exigir al gobierno federal la rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos, cuando las dirigencias ocuparon la mayor parte de su tiempo en la defensa de actos que los ponen contra la pared, cuando los acuerdos con otras fuerzas políticas incluyen la entrega de notarías y oficinas de recaudación.
Dijo estar de acuerdo en tomar en cuenta a los ciudadanos, pero también consideró importante empezar por llamar a los militantes, porque “no debe repetirse la historia de la elección presidencial”.
Señaló que se invitó a la sociedad que respondió con enorme entusiasmo y mucho compromiso, sin embargo, al final la dejaron “afuera de la casa”.
Pidió cambiar las llaves de mano, para que los procesos de afiliación y participación partidista no sean un muro que impida y ahuyente a los ciudadanos.
Demandó a las dirigencias nacionales y estatales no intervenir en el proceso interno y menos que canalicen recursos para favorecer a algún aspirante.
Respecto a la campaña presidencial y su estrategia, Adriana Dávila dijo que esto también debe analizarse, incluyendo la responsabilidad de quienes asumieron ese rol, porque el PAN “no puede, ni debe dejar en manos de quienes son solo prestadores de servicios profesionales, el destino de la institución, porque ante la derrota, quien asume la responsabilidad es el partido”.