Un “estado de ánimo negativo temporal ante estímulos externos” a finales del año, “acompañado de insomnio, ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor y estrés”, por el aumento de gastos y la situación financiera personal en torno a la Navidad, pueden ser señales de lo que ya se califica como “depresión blanca”.
Así lo alertó Ángel Moreno Balleño, antropólogo social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), al recalcar que en 2022, el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz sostenía que al menos 4.4 millones de personas en México presentan depresión en la época navideña, e incluso en la Escala de Reajuste Social se consideraba a la navidad como uno de los 43 factores relacionados con el estrés y la salud.
Asimismo, apuntó Moreno Balleño, en la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera del Inegi, el 59.5 por ciento de la población mayor de 18 años reconoció experimentar “estrés financiero”, mientras que el 48.4 por ciento expresó preocupación por la acumulación de deudas, mismas que en Navidad suelen aumentar.
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En el ciclo “Navidad sin filtro: cenas, expectativas y regalos responsables”, convocado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Ana Karen Talavera Peña, profesora del Departamento de Ciencias de la Salud en la Unidad Lerma, resaltó que “el trastorno afectivo emocional que suele provocar profunda tristeza, episodios de euforia, apetito, sueño, fatiga y pensamientos suicidas incrementa drásticamente en esta época".
Indicó que en esta época la que intervienen factores como el invierno y sus días más cortos y oscuros que generan un impacto en los neurotransmisores y afectan las impresiones, pero sobre todo el entorno social y sus prácticas son la principal causante de este desequilibrio sentimental creciente”.
Esta vulnerabilidad, dijo, tiene un mayor impacto sobre las mujeres, que son quienes se hacen cargo de la organización de las cenas, la compra de regalos y los adornos de la casa, procesos en los que la frustración o tristeza se suscita cuando las cosas no salen bien.
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Talavera Peña remarcó que “no hay porque tener la mejor cena o la mejor decoración, ya que tratar de ser generosos y compasivos con nosotros mismos es quizá el mejor regalo para la salud”, al referirse a la Depresión Blanca.