La Iglesia católica hizo este domingo un nuevo y “urgente” llamado a la paz en el país, particularmente en Chiapas, donde el pasado 20 de octubre fue asesinado el sacerdote Marcelo Pérez.
“La Iglesia, como Madre que abraza, consuela, acompaña y cuida a sus hijos, hace un nuevo y urgente llamado a la paz en México, poniendo su mirada de manera particular en Chiapas”, señaló la arquidiócesis en su editorial dominical Desde la Fe.
Precisó que los “imparables” actos criminales en el país, como el de Pérez, dejan marcas profundas en la sociedad, que pide un alto a tanta violencia.
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“Nuestro llamado, nuestra exigencia es unánime: Queremos paz. Una paz que emerja desde lo profundo, que sea sólida, duradera, que surja de una estrategia que haga frente a los principales problemas sociales que hoy vivimos, que reconstruya a un tejido social roto, y que recupere el valor de la dignidad humana, que hoy se ha perdido”, expuso la Iglesia.
Asimismo, pidió construir una paz que surja del diálogo y la escucha, que elimine la polarización y en la que se acuerden leyes que aboguen por la defensa de la vida.
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Recordó que como Iglesia, han organizado actividades, “gestos concretos de amor y cercanía” para promover la paz.
Entre estos actos están las peregrinaciones, toques de campana, jornadas de oración, horas santas, momentos de reflexión, foros de paz y más, con el objetivo de pedir a las autoridades mexicanas que atiendan este llamado “urgente” a trabajar por la paz en conjunto.
Esto, a través de una estrategia que involucre a toda la sociedad, permita el diálogo y la escucha.
El crimen del padre Marcelo Pérez no es un caso único en México, al ser uno de los países más peligrosos para el clero, en medio de una ola de violencia en todo el territorio mexicano.
El asesinato ha despertado la condena de la iglesia católica y de organismos internacionales como la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), que ha documentado al menos 134 homicidios de defensores de derechos humanos desde 2017 en México, con al menos siete asesinatos en lo que va de 2024.