A 35 años, de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), en América Latina y el Caribe, “más de 87 millones de niños y niñas viven en condiciones de pobreza. La región enfrenta retos en calidad educativa, violencia de género, reclutamiento por grupos armados, y la migración forzada, problemáticas exacerbadas por contextos de autoritarismo, corrupción y militarización”, alerta Tejiendo Redes Infancia.
Los defensores de infancia exigen “que los Estados cumplan con las obligaciones asumidas en la Convención y que garanticen un futuro digno para cada niño, niña y adolescente. El retroceso en derechos infantiles es evidente. Gobiernos de la región están reduciendo la edad penal y permitiendo detenciones arbitrarias de adolescentes en contextos de protesta social, como se observa en Venezuela, Perú y Cuba. Asimismo, persiste el silencio ante la explotación de jóvenes y adolescentes en redes de macrocriminalidad que operan con impunidad".
"Particularmente preocupante el incremento de feminicidios y abusos sexuales. En Colombia, al menos mil menores son reclutados anualmente por grupos armados, mientras que en las fronteras de Venezuela y México se vive una crisis humanitaria que impacta a miles de niñas y niños migrantes”, remarcan.
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“Es fundamental que las instituciones trabajen desde enfoques interdisciplinarios, superando la mirada patrimonialista y adultocéntrica. Ello implica reconocer a las niñas y niños como agentes de cambio y garantizar su acceso a la información, a la justicia y a servicios esenciales como la salud y la educación”, remarca Tejiendo Redes Infancia, al llamar a los Estados “a tomar medidas urgentes para garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes”.
“No hay avance social sin la garantía plena de los derechos de la infancia... Hacemos un llamado urgente a los Estados para que detengan las regresiones, fortalezcan las democracias y cumplan con su deber de proteger a los más vulnerables. Nuestra región merece una infancia segura, próspera y libre de violencia”, enfatizó el coordinador del organismo, Juan Martín Pérez García.
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Por último, al participar en el conversatorio “Mis Derechos Viajan Conmigo. Una aproximación al contexto migratorio de niñas, niños y adolescentes”, organizado por Save the Children Bolivia, Consulado de Bolivia en Miami y el propio Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, Pérez García remarcó que en 2023, cerca de 196 mil personas cruzaron México, incluyendo 40 mil niños. En lo que va de 2024, se han registrado aproximadamente 97 mil niños cruzando, es un incremento del 115% en comparación con 2023.
“México se ha convertido en un país de alto riesgo para migrantes, especialmente para niños y adolescentes, debido a la criminalidad y la corrupción. Se destaca la necesidad de proteger a migrantes y especialmente a los niños bajo tratados internacionales, ya que enfrentan múltiples vulnerabilidades durante su trayecto. Se plantea la importancia de crear mecanismos transnacionales de protección integral para migrantes, haciendo énfasis en el deportar no es una solución viable y que el movimiento humano no puede ser criminalizado. La responsabilidad se extiende a los países de origen, y México debe actuar para proteger a sus ciudadanos, incluidos los que migran”, concluyó Pérez García.