La idea de reducir la jornada laboral a seis horas diarias está ganando fuerza en México, generando un debate que podría transformar las dinámicas de trabajo en el país.
Esta propuesta tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los trabajadores, disminuir el estrés y, especialmente, apoyar a las familias que enfrentan retos únicos, como aquellas con hijos con discapacidad.
¿Quiénes podrán beneficiarse de laborar seis horas diarias?
Actualmente, las leyes laborales mexicanas permiten jornadas de hasta 48 horas semanales, un esquema que no ha cambiado desde 1917. Sin embargo, la iniciativa busca actualizar el marco normativo mediante ajustes al Artículo 60 de la Ley Federal del Trabajo y al Artículo 24 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.
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Estos cambios garantizarían horarios más flexibles sin afectar los derechos ni los sueldos de los empleados, un aspecto crucial para ganar la aceptación tanto de los trabajadores como de los empleadores.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México hay más de siete millones de personas con discapacidad, de las cuales el 13% son niños.
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En algunos casos, esta falta de flexibilidad ha obligado a los padres a tomar decisiones extremas, como abandonar sus empleos o comprometer la atención esencial que requieren sus hijos.
¿Cómo se manejaría la reducción laboral?
La presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que la implementación de esta medida sería gradual, comenzando con una reducción inicial a 40 horas semanales. Esta transición requeriría negociaciones con el sector empresarial para asegurar que los cambios beneficien tanto a los trabajadores como a las empresas.
Además de alinear al país con estándares internacionales, la propuesta busca atender un problema de justicia social. Ofrecer jornadas laborales más cortas sería un paso significativo hacia la construcción de un entorno laboral más inclusivo y humano, especialmente para las familias que más lo necesitan.
Aunque aún enfrenta resistencias y debates en el ámbito político y empresarial, la reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias podría convertirse en una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos.