Hoy en día la producción de alimentos se enfrenta a sequías e inundaciones por el cambio climático que afectan cultivos y cosechas y encarecen los productos; a ello se suma el agua (en calidad, disponibilidad, sobreexplotación o contaminación), la erosión de los suelos, los conflictos bélicos, como la invasión de Rusia en Ucrania (el granero de Europa antes del ataque) o la inseguridad, con su violencia y cobro de piso que en nuestro país eleva el costo de la comida y provoca el cierre de pollerías, tortillerías, o mercados; esto dificulta el cumplimiento del lema 2024 del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora este 16 de octubre: “Derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores”, alerta Julieta Ojeda Gómez, encargada del despacho del Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS) de la UNAM.
Con el actual ritmo de consumo de alimentos, (según el Fondo Mundial para la Naturaleza), la humanidad necesitaría casi tres planetas Tierra para satisfacer sus demandas en este rubro y energía en 2050. A mediados de 2024, el número de habitantes alcanzó los ocho mil 200 millones y va a seguir aumentando, “y con ello habrá crecientes necesidades de producir alimentos para todos”, agregó la experta.
¿Cuál será la población mundial para 2050?
"La Organización de las Naciones Unidas (ONU), estima que la cantidad de habitantes en el planeta ascenderá a nueve mil 700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 10 mil 400 millones para mediados de 2080, y los recursos son finitos” recalcó la académica.
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Las cifras referentes al hambre y la desnutrición también son preocupantes. Según la ONU, en el pasado 2022 ya se contabilizaba a 735 millones de personas (9.2 por ciento de la población mundial) en estado de hambre crónica. Además, se estima que dos mil 400 millones se enfrentaron a inseguridad alimentaria de moderada a grave, apuntó.
¿Qué implica una mala alimentación?
La académica de la UNAM también resalta que “el hambre y la mal nutrición se traducen en individuos más propensos a enfermedades y dos mil millones de personas en el orbe carecen de acceso habitual a comestibles seguros, nutritivos y suficientes; en 2022, 148 millones de niñas y niños sufrieron retraso en el crecimiento y 45 millones de menores de cinco años presentaron emaciación (insuficiencia de peso respecto a la talla)”.
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Finalmente, Ojeda Gómez apunta que el desperdicio anual de alimentos en México es de 94 kilos por persona, cuando el 23.5 por ciento de la población vive en pobreza alimentaria, según el Informe del Índice de Desperdicios de Alimentos 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.