“La Marquesa” es un lugar que la mayoría de los capitalinos y mexiquenses conocen como la palma de su mano, al ir por ricas quesadillas, andar en cuatrimoto o montar a caballo, sin embargo, hay muchos aspectos que poco saben de este parque, como su antigüedad, y que fue poblado por los mismísimos teotihuacanes.
De acuerdo con el Gobierno de México, “La Marquesa” es un gigantesco parque en el extremo occidental de la capital del país, y fue catalogado como Parque Nacional Protegido desde 1936; esto último resulta interesante, porque pocas personas saben que al lugar al que estaban acudiendo era en realidad un parque.
Como muchos sabrán, aquí la gente viene a conectar un poco con la naturaleza para pasar un grato momento en familia o amigos. Las actividades más comunes en este lugar son: senderismo, ciclismo de montaña y paseos en caballo.
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Historia de “La Marquesa”
Según las autoridades, los primeros pobladores en el área eran probablemente de Teotihuacán, y se cree que se asentaron alrededor del 650 e.c.
Su nombre oficial es El Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla, y se le denominó así por la Batalla del Monte de las Cruces que sostuvo el ejército de Miguel Hidalgo contra las fuerzas de Nueva España durante las guerras de independencia.
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¿Por qué se llama “La Marquesa”?
Fue bautizada con ese nombre en honor a la Marquesa de Valle, es decir, Juana de Zúñiga, quien también fue esposa de Hernán Cortés. Esta zona le fue cedida en 1532 cuando Martin Chimaltécatl de Ocoyoacac fue nombrado gobernador.
“La Marquesa” antes se le conocía como la Hacienda de Las Cruces, y pasado los siglos, cuando Lázaro Cárdenas fue presidente, es quien lo cataloga como Parque Nacional.