El Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), anunció que se diseñan protocolos para el ingreso de niñas y niños para las visitas a los centros penitenciarios y la atención en casos de violencia, y se trabaja en el ajuste de los ya existentes para el ingreso, egreso y estancia en reclusorios femeniles donde pueden vivir.
Lo anterior en atención a las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (CDN), lo que incluye además, acciones para mejorar los espacios físicos de los centros de reclusión donde habitan, alimentación, cuidados de salud, servicios de educación inicial y fortalecimiento de vínculos que den seguridad y afecto.
De acuerdo a Francisco Castellanos García, director de Atención y Promoción de la Justicia de SIPINNA, uno de los desafíos es recuperar las paternidades con la población masculina privada de la libertad con apoyo de acciones estatales, para lo que se requiere invertir en políticas, programas y especialistas que atiendan a estos grupos poblacionales específicos.
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La jefa de departamento de Políticas de Defensa y Promoción de Justicia de la SE, Emma Martínez Oloarte, recordó que se aplica actualmente la Cédula para la identificación de necesidades para el establecimiento y fortalecimiento del vínculo familiar.
Este instrumento recaba datos e información sobre las personas privadas de la libertad, y quienes integran sus familias, en particular hijas e hijos, a fin de establecer acciones que les permitan vivir en un contexto familiar favorable, crecer y desarrollarse libres de toda discriminación y violencia, así como acceder a la educación, salud y recibir apoyo oportuno para sus necesidades elementales.
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Este instrumento muestra que las necesidades de niñas, niños y adolescentes detectadas fueron: becas económicas para 5 mil 455 beneficiarios; becas educativas: 5 mil 590; niñas, niños y adolescentes que no estudian: 883; becas alimentarias: 4 mil 173, entre otras.