Perseguidos por la sombra de la inconstitucionalidad, Morena y sus aliados políticos en el Senado avalaron el Plan B de reforma electoral y reactivaron la llamada cláusula de “vida eterna”, blindando a partidos como el Verde Ecologista y el PT de una posible desaparición.
Imponiendo su mayoría, el grupo mayoritario avaló, con modificaciones, los proyectos enviados desde San Lázaro, a pesar de los señalamientos de legisladores de oposición, quienes aseguraron que el país ha vivido una noche negra.
“Hoy vamos a vivir el Jurassic Plan”, resaltó la panista Xóchitl Gálvez, quien ingresó al pleno montada en una botarga de dinosaurio para advertir del retorno de Manuel Bartlett y los tiempos del fraude electoral del 88.
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Sin embargo, durante las más de 18 horas de discusión, Morena mantuvo una férrea defensa de la reforma, aunque su coordinador, Ricardo Monreal, votó en contra reconociendo que algunas de las normas aprobadas vulneran la Constitución.
Desencajado, Ricardo Monreal destacó que asumirá las consecuencias de su voto, aunque, dijo, su posición personal no debería ofender a nadie, ya que sólo está buscando que se respete la Carta Magna.
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En tanto, el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, anticipó también su voto en contra de la reforma, con la cual, dijo, se llevará a nuestro país a una “caquistocracia” (el gobierno de los peores).
A las críticas se sumó el coordinador del PAN, Julen Rementería, quien aseguró que hace unos años ninguno de los integrantes de Morena habría votado a favor de una reforma que destruyera a la autoridad electoral, como está ocurriendo ahora.
Por su parte, el coordinador del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, indicó que se han vivido días negros para México, pues en sólo una semana Morena logró destruir lo que tomo 30 años construir.
De igual forma, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, habló de una larga noche autoritaria para nuestro país, de la cual, dijo, Morena terminará arrepintiéndose.
Ya entrada la noche, Morena y sus aliados avalaron una reserva para volver a incluir la cláusula de “vida eterna”, que plantea la celebración de convenios de distribución de votos, a fin de que los partidos pequeños puedan mantener su registro, aunque no hayan alcanzado el tres por ciento de los sufragios.
La cláusula, que había sido eliminada del dictamen presentado al pleno, fue criticada por legisladores de oposición, como el panista Damián Zepeda, quien aseguró que se trata de un fraude para dar vida artificial a la llamada “chiquillada”.
Ante los señalamientos de la oposición, el senador del PT, Alejandro González Yáñez, intentó defender la modificación argumentando que no lleva dedicatoria y que no se trata de una transferencia sino una distribución de votos.
Por otro lado, la Cámara Alta avaló una reserva para revivir también la disposición que permite a los partidos políticos utilizar los remanentes de sus recursos públicos en los siguientes ejercicios fiscales, así como para los siguientes comicios federales o locales.
Los dictámenes aprobados se devolvieron, con modificaciones, a la Cámara de Diputados, a fin de que reciban el aval correspondiente.