Además de llevar una dieta balanceada y tomar mucha agua, realizar algún tipo de actividad física es la mejor forma de mantenerte saludable. Si lo que buscas es bajar de peso siguiendo una rutina de ejercicio relativamente fácil y muy económica, correr es la mejor opción para ti.
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Aunque muchos optan por correr para ahorrarse dinero en gimnasios o suscripciones en internet para realizar rutinas, no todos lo hacen del todo bien y esto puede ser la causa por la que tal vez tú u otra persona no estén viendo los cambios esperados. Aquí te decimos lo que debes tener en cuenta antes, durante y después de salir a correr.
1.Contar las calorías
Aunque existen muchos tipos de ejercicios, definitivamente correr es uno de los más efectivos. Si quieres ver el resultado diario cada que sales a correr, lo ideal será que cuentes las calorías que estás quemando de manera correcta .En el caso de los hombres debe ser 70 calorías por cada kilómetro y en las mujeres 50 por cada km.
2. Medir el consumo de alcohol
Se ha comprobado que las bebidas alcohólicas contienen altas cantidades de carbohidratos líquidos como cualquier otra bebida poco saludable. Así que si quieres obtener mejores resultados, lo ideal será que disminuyas o elimines el consumo de alcohol.
3. Correr con el estómago lleno
Lo mejor es correr con el estómago vacío ya que de esta forma el cuerpo obtendrá energía de los carbohidratos consumidos con anterioridad que se encuentran el glucógeno. Después comenzará a quemar grasa del cuerpo por lo que la energía comenzará a disminuir.
4. Adaptar tu cuerpo según sea necesario
Un cuerpo más pesado quemará calorías con más facilidad. Sin embargo, cuando el cuerpo se va a acostumbrando a la pérdida de peso, adapta el metabolismo y cada vez se vuelve más complicado bajar de peso, por lo cual es necesario llevar una dieta y una rutina acorde a tu peso y masa corporal.
5. No eliminar lar grasas al 100%
Aunque por todos lados se dice que las grasas se deben evitar a toda costa, la realidad es que son indispensables para el correcto funcionamiento del metabolismo. Las grasas (moderadas) permiten la absorción de vitaminas como A, D, E y K además de ayudar a regular el hambre.
6. No comer mientras entrenas
Si comes mientras te ejercitas es probable que termines comiendo más de lo necesario. Vigila el consumo de barras energéticas, licuados, batidos y suplementos alimenticios.
7. Tampoco comer después de entrenar
Al igual que lo anterior, es importante cuidar lo que consumes luego de un arduo esfuerzo en el entrenamiento. Es común que te sientas muy hambriento o hambrienta luego de ejercitarte y esto se debe a que una vez que el organismo se estabiliza, detecta que las reservas de glucógenos están bajas, por lo que tu cuerpo te pedirá mucha comida para compensarlo.
8. No esperar resultados inmediatos
No siempre es tan sencillo como lo pintan. Perder peso requiere de disciplina y mucho esfuerzo, así como tiempo para notar los verdaderos resultados. Una pérdida de medio o un kilo por semana es un resultado perfecto.