Aunque hoy el mundo conoce a Francisco como el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia, pocos saben que su elección no ocurrió en su primer intento dentro de un cónclave. Jorge Mario Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, ya había sido considerado seriamente durante el proceso que culminó con la elección de Benedicto XVI en 2005. Sin embargo, fue hasta el cónclave de 2013 que finalmente se convirtió en el líder de la Iglesia católica.
¿Cuánto duró el cónclave para elegir al papa Francisco?
El Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025 tras 12 años de pontificado, fue un símbolo de renovación, cercanía y compromiso con los más desfavorecidos. Pero su camino al trono de Pedro no fue inmediato. Durante el cónclave de 2005, según múltiples informes, fue el segundo candidato con mayor apoyo tras Ratzinger, lo que demuestra que su perfil ya entonces inspiraba a muchos dentro del Colegio Cardenalicio.
Benedicto XVI fue elegido en 2005 en el segundo día del primer cónclave del siglo XXI, considerado uno de los más breves pese al gran número de cardenales: 115 en total. Su renuncia en 2013 dio paso al proceso que llevó a la elección de Francisco, también tras dos días de deliberaciones y al quinto escrutinio, marcando un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.
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En suma, el cónclave de 2013 no solo marcó la llegada de un nuevo papa, sino también el cumplimiento de una historia pausada desde 2005. La elección de Francisco es una prueba de cómo estos procesos pueden transformar el rumbo de la Iglesia católica y de sus fieles en todo el mundo.
Los cónclaves más cortos y más largos de la historia
La historia de los cónclaves papales ha estado marcada por duraciones muy variadas, desde apenas unas horas hasta años de deliberación. Un ejemplo extremo fue la elección de Celestino V, que tomó 27 meses entre 1292 y 1294 debido a intensas divisiones internas. En contraste, el Papa Julio II fue elegido en apenas unas horas en 1503, siendo uno de los cónclaves más breves registrados.
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En tiempos modernos, la mayoría de los papas han sido elegidos en menos de una semana. León XIII fue elegido al tercer día y cuarto escrutinio en 1878. Pío X necesitó cinco días y siete escrutinios en 1903, en lo que fue el último cónclave donde se ejerció el veto secular por parte de las monarquías europeas. Benedicto XV fue elegido en cuatro días en 1914, mientras que Pío XI lo logró en cinco días al decimocuarto escrutinio.
Durante el siglo XX, otros casos destacados incluyen a Pío XII, que fue elegido en solo dos días en 1939, y a Juan XXIII, cuya elección ocurrió en el cuarto día del cónclave de 1958. Pablo VI fue electo en tres días en 1963, mientras que Juan Pablo I logró el papado en un tiempo récord de 26 horas en 1978. Ese mismo año, Juan Pablo II fue elegido al octavo escrutinio, en uno de los cónclaves más históricos al tratarse del primer Papa polaco y el más joven del siglo XX.
El funcionamiento de un cónclave sigue siendo un proceso cargado de simbolismo, reglas ancestrales y decisiones que impactan a millones de católicos en todo el mundo. En cada elección, se mezcla tradición, política interna y discernimiento espiritual. La historia de Jorge Mario Bergoglio es prueba de que, a veces, el destino de un papa se escribe en capítulos, no en una sola votación.
Con información de EFE.