Las elecciones en Alemania han marcado un cambio político significativo con la victoria de Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Con cerca del 30 por ciento de los votos, su partido ha vuelto a posicionarse como la fuerza más votada, representando un giro conservador en la política alemana tras la era de Angela Merkel.
Quien fuera su rival político durante años ha prometido un nuevo rumbo para el país en materia económica, social y migratoria.
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¿Qué representa el regreso de un líder conservador?
Abogado y exdirectivo de BlackRock, estuvo alejado del Bundestag por más de una década antes de regresar con un enfoque político más alineado a la derecha tradicional.
Su programa de gobierno busca bajar impuestos, reducir el gasto social y fortalecer la economía alemana, que en los últimos años ha mostrado signos de estancamiento.
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En el ámbito migratorio, ha adoptado una postura más estricta contra la inmigración ilegal, lo que ha generado comparaciones con la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD).
Sin embargo, ha negado cualquier intención de pactar con ese partido. Durante su campaña, también hizo énfasis en su apoyo a Ucrania, rechazando cualquier acercamiento a Rusia, lo que lo distancia aún más de la AfD.
Desafíos para una coalición estable
Al no contar con una mayoría absoluta, la CDU necesita formar una coalición. Los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes son las opciones más viables, aunque las negociaciones no serán sencillas debido a sus diferencias en política económica y migratoria.
A pesar de su postura firme en temas como inmigración, ha hecho un llamado a la unidad y ha prometido gobernar con estabilidad y responsabilidad.
El triunfo de Friedrich Merz en las elecciones de Alemania 2025 marca el regreso de la CDU al poder con una agenda más conservadora. Su liderazgo definirá el futuro económico, migratorio y geopolítico del país en un momento clave para Europa.