El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acompañado de la primera dama Melania Trump, protagonizó una de las tradiciones más esperadas del otoño en Washington: la entrega de dulces a niños disfrazados en la Casa Blanca, como parte de las celebraciones previas a Halloween.
El mandatario, recién llegado de una extensa gira por Asia, dedicó más de una hora a convivir con los pequeños frente a una de las entradas principales de la residencia presidencial, que fue decorada con motivos de la temporada.
Entre risas y bromas, Donald Trump comentó a los reporteros: “Es una fila larga, casi tan grande como el salón de baile”, mientras entregaba caramelos a los asistentes.
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Los disfraces fueron variados: desde calabazas y soldados, hasta un pequeño T-Rex que llamó especialmente la atención del presidente. Incluso un niño disfrazado del propio Trump logró un divertido momento al chocar los puños con él frente a las cámaras.
Una tradición que Donald Trump mantiene viva en la Casa Blanca
Desde hace más de tres décadas, la Casa Blanca abre sus puertas a decenas de niños para celebrar la víspera de Halloween. La primera dama suele encargarse de la organización del evento, en el que cada año se entregan dulces y se decoran diferentes espacios del complejo presidencial.
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Melania Trump, fiel a la tradición, encabezó la logística de la actividad y se mostró sonriente al recibir a los visitantes, quienes recorrieron parte de los jardines y áreas exteriores del recinto.
El ambiente festivo contrastó con la reciente agenda internacional de Donald Trump, quien apenas unas horas antes había regresado de su gira por Asia, en la que destacó importantes acuerdos comerciales con varios países del continente, destaca la agencia internacional EFE.
A través de su cuenta oficial en Truth Social, el presidente Donald Trump celebró los “grandes acuerdos comerciales” alcanzados durante su viaje, el cual incluyó reuniones con líderes de China, Japón, Malasia, Corea del Sur, Australia y Vietnam.
“Se lograron grandes acuerdos comerciales; ahora existen relaciones a largo plazo, y el dinero está fluyendo hacia nuestro país gracias a los aranceles”, escribió el mandatario.
Entre los logros, la administración estadounidense destacó un pacto con China para reducir ciertos aranceles y aumentar la compra de soja estadounidense, así como un acuerdo con Malasia que impulsa la cooperación en comercio, tecnología, energía y minerales críticos.
Corea del Sur, por su parte, anunció inversiones por más de 350 mil millones de dólares en territorio estadounidense, mientras que en el Sudeste Asiático se facilitó una tregua fronteriza entre Tailandia y Camboya.
La Casa Blanca aseguró que todos estos compromisos fortalecen la posición de Washington como un socio económico clave en la región del Indo-Pacífico.
El evento en la Casa Blanca marcó una pausa en la intensa agenda política de Donald Trump, quien alternó las negociaciones internacionales con una jornada familiar y simbólica.
Con la entrega de dulces a decenas de niños disfrazados, el mandatario y la primera dama Melania reafirmaron una de las costumbres más entrañables de la residencia presidencial, en medio de un contexto diplomático que busca fortalecer los lazos económicos de Estados Unidos en Asia.