Un lamentable suceso de seguridad en el Museo del Louvre, en París, se convirtió en una inesperada mina de oro publicitaria para la empresa alemana Böcker Maquinarias. Tras el mediático robo de las joyas de la corona francesa, la compañía utilizó la aparición de uno de sus equipos en la escena del crimen para lanzar una audaz y elogiada campaña de marketing en redes sociales.
El "robo del siglo", ocurrido el domingo pasado y que supuso la sustracción de piezas valoradas en 88 millones de euros, incluyó el uso de un montacargas Böcker para acceder al recinto, un hecho que la compañía aprovechó con inteligencia y rapidez.
La campaña viral de Böcker inspirada en el robo al Museo del Louvre
La empresa con sede en la ciudad alemana Werne an der Lippe, lanzó una publicación directa y humorística en Facebook e Instagram que rápidamente se hizo viral, generando decenas de miles de interacciones y comentarios.
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El mensaje, acompañado de imágenes de la escena del robo, destacaba las especificaciones de su producto en un contexto altamente inusual: "Cuando las cosas tienen que ir rápido. El Böcker Agilo transporta vuestros tesoros de hasta 400 kilos a 42 m/minuto, silencioso como un susurro gracias a su motor eléctrico de 230 V."
La estrategia fue aplaudida por los usuarios, quienes inundaron la publicación con peticiones de aumento salarial para el equipo de marketing. Comentarios como: "Dime que tu marketing lo dirige el Gen Z, sin decirme...", "Mejor marketing de la historia" o "No hay tal cosa como la mala publicidad. Bien hecho", dominaron la conversación digital, catapultando a la marca a la atención internacional.
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El "Robo del Siglo" al Museo Louvre: un fallo a la seguridad
La atención mediática sobre el montacargas Böcker Agilo se debe a la audacia del asalto. De acuerdo con la fiscal Laure Beccuau, cuatro personas encapuchadas participaron en el robo al Museo del Louvre, específicamente en la Galería de Apolo, donde se resguardaban las joyas de la corona francesa.
Los asaltantes llegaron en dos motocicletas y un camión equipado con el montacargas, con el que escalaron hasta uno de los balcones del flanco sur del museo. Rompieron un cristal, destrozaron las vitrinas y huyeron apenas siete minutos después, abandonando el camión e intentando incendiarlo sin éxito.
El incidente, calificado por medios franceses como “el robo del siglo”, ha generado fuertes críticas hacia la dirección del museo y el Ministerio de Cultura por las fallas en la seguridad de una de las instituciones más emblemáticas del mundo.
Por ahora, la autoridades francesas investigan si el camión y el montacargas fueron robados o rentados con identidades falsas, mientras el robo del Museo Louvre sigue generando titulares... y una inusual lección de marketing perpetuada por Böcker Maquinarias en tiempos de crisis.