El robo en el Museo Louvre perpetrado este domingo 19 de octubre se saldó con la sustracción de ocho joyas de un valor patrimonial incalculable.
Aunque las autoridades francesas han evitado asignar una cifra monetaria, la fiscal de París, Laure Beccuau, confirmó que las piezas sustraídas pertenecen a la colección de Napoleón y a las Joyas de la Corona Francesa, lo que eleva el asalto a la categoría de los crímenes de arte más graves de la historia moderna.
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Valor “incalculable” del botín
La ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, y el ministro del Interior, Laurent Nuñez, coincidieron en que las joyas robadas de la Galería de Apolo tienen un valor “incalculable” y “patrimonial e histórico inestimable”. Este término subraya que su valor no radica solo en las piedras preciosas, sino en su carácter de patrimonio nacional y su vínculo con el Segundo Imperio Francés.
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La fiscal Beccuau detalló que el comando de cuatro ladrones se llevó ocho joyas de las nueve que robaron inicialmente, ya que una pieza fue perdida en la huida. La joya recuperada, aunque fracturada, fue identificada por medios como Le Parisien como la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo.
Entre las piezas sustraídas se encuentran:
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- Diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia.
- Collar del conjunto de zafiro de las mismas reinas, más un pendiente de ese conjunto.
- Collar y par de pendientes de esmeralda de la reina María Luisa.
- Una diadema y un broche de la emperatriz Eugenia.
La rápida y profesional ejecución del robo
El robo en el Museo Louvre fue un acto de precisión quirúrgica. La Fiscalía de París señaló que “todo esto muestra una preparación”, aunque la hipótesis de una injerencia extranjera no es la privilegiada. Los escenarios más probables apuntan a un robo por encargo de un coleccionista o la intención de vender por separado las piedras preciosas de las joyas.
El comando llegó a las 9:30 de la mañana, minutos después de la apertura, utilizando un camión equipado con un montacargas para subir al primer piso por el flanco sur del museo, donde había obras. El robo y la huida en dos motos se concretaron en apenas siete minutos. Para acceder a las vitrinas, los ladrones utilizaron discos para cortar, lo que evidencia su profesionalismo.
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El museo, cerrado por investigación
Tras el audaz robo en el Museo Louvre, el recinto fue cerrado totalmente y evacuado para “preservar las pruebas”. La Fiscalía de París ha abierto una investigación por “robo en banda organizada y asociación de malhechores”. La ministra Dati reconoció que la seguridad de los museos franceses tiene “una fragilidad” antigua, un problema que la institución estaba buscando mitigar con una auditoría de seguridad.
Con información de EFE.