Tras una exhaustiva investigación del Ejército de Israel sobre el ataque del pasado lunes a un convoy humanitario de World Central Kitchen (WCK), se concluyó que fue un "error" provocado por una identificación equívoca de dos supuestos milicianos armados de Hamás en los vehículos de ayuda.
La pesquisa, realizada por el Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos (FFAM), liderado por el mayor general Yoav Har Even, determinó que las fuerzas israelíes identificaron incorrectamente a los milicianos durante el convoy hacia un almacén en Deir al Balah.
Este error condujo a un ataque contra los vehículos de WCK, cobrándose la vida de siete de sus empleados.
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El informe, presentado al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, reveló que quienes aprobaron el ataque estaban convencidos de que su objetivo eran agentes armados de Hamás y no empleados de WCK.
Se señalaron "errores en la toma de decisiones" y una "grave violación de las órdenes y procedimientos operativos estándar".
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Como resultado de estas conclusiones, se tomaron medidas disciplinarias: se cesó al comandante de apoyo de fuego de la brigada y al jefe de la brigada, además de amonestar a otros comandantes.
El jefe del Estado Mayor también "reprenderá formalmente" al jefe del Comando Sur por su responsabilidad en el incidente.
El Ejército israelí expresó su profundo pesar por la pérdida de vidas inocentes y reafirmó su compromiso con la seguridad de las agencias humanitarias en la Franja de Gaza.
Además, anunció su intención de permitir más entrada de ayuda al enclave y abrir el cruce de Erez por el norte, tras una llamada telefónica tensa entre el primer ministro Benjamín Netanyahu y el presidente estadounidense, Joe Biden.
Este trágico incidente subraya la importancia de la precisión y la diligencia en las operaciones militares de Israel en la Franja de Gaza, así como la necesidad de proteger a los trabajadores humanitarios que operan en zonas de conflicto. / Con información de EFE