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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Sol González, mexicana integrante de la Flotilla Global Sumud rumbo a Gaza, explicó por qué la Flotilla de la Libertad busca romper con el bloqueo marítimo de Israel en la franja de Gaza.
En un preocupante contexto de crisis humanitaria en Gaza, el compromiso de los activistas internacionales se despliega en la nueva flotilla hacia este enclave palestino.
Esta acción, organizada por la Sociedad Civil e integrada por participantes de diversas nacionalidades, persigue abrir un corredor humanitario y proporcionar ayuda a quienes enfrentan la devastación en la región. "El tema de Palestina ha estado presente en mi vida durante años", compartió Sol.
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Su experiencia personal y profesional en el trabajo comunitario y la psicoterapia la condujo a involucrarse en esta misión, afirmando: "Lo hacemos por Gaza, por la gente que está sufriendo una limpieza étnica".
¿Qué significa la presencia de Flotilla Global Sumud?
Una flotilla con más de 45 barcos Como parte de un esfuerzo conjunto, la flotilla se compone de casi 50 embarcaciones y representa a más de 45 nacionalidades.
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Estos esfuerzos se traducen en una presión política significativa. "Estamos a punto de llegar a la línea roja, donde muchas flotillas anteriores han sido interceptadas", comentó Sol, destacando la peligrosidad de la travesía.
Las condiciones a bordo son complejas, con 23 personas compartiendo un espacio diseñado para solo 10. "Hemos logrado organizarnos, a pesar de los momentos difíciles y los ataques sufridos", añadió en referencia a las amenazas por parte de drones en el camino, que previamente habían atacado otros barcos de la misma flotilla.
Peligros y amenazas latentes
A pesar de los peligros, el grupo se mantiene firme en su objetivo de llevar ayuda. "Es fundamental que la comunidad internacional avance en la denuncia de estos genocidios", expresó Sol, enfatizando la importancia de visibilizar la difícil situación que viven millones de personas en Gaza.
Bajo la amenaza de ser calificados como terroristas, los activistas están más que nunca dependientes del apoyo externo. "La presión del público en tierra será crucial, ya que una vez que lleguemos, podríamos quedar incomunicados", indicó.
La flotilla hacia Gaza es más que una simple acción; representa un grito de ayuda para aquellos que sufren en silencio. "Que no dejen de mirar a Gaza, que no dejen de hablar de Gaza", concluyó Sol, enfatizando que la atención internacional puede marcar una diferencia vital en la vida de miles.
La llegada inminente a Gaza promete intensas repercusiones, no solo para los activistas, sino también para la comunidad internacional, que debe decidir cómo responder a esta compleja situación.