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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Samara Martínez, paciente con enfermedad terminal, habló sobre que sufre enfermedad terminal y solicita legalicen una muerte digna.
Samara Martínez, paciente de 30 años con enfermedad terminal, pidió que se legalice en México la eutanasia como derecho, como una opción digna para quienes enfrentan padecimientos sin posibilidad médica de curación. Su testimonio ha abierto un debate urgente sobre el derecho a decidir sobre el final de la vida.
¿Qué pasa con Samara Martínez?
“Mi cuerpo, conforme han pasado los años, ha dejado de funcionar. Tengo insuficiencia renal, hipertensión y una enfermedad autoinmune. No ha sido un proceso fácil ni digno. Es por eso que alzo la voz: merecemos una muerte digna”, declaró Samara.
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Su lucha comenzó desde los 17 años con el diagnóstico de hipertensión. A los 22, recibió la noticia de que padecía insuficiencia renal crónica y lupus, lo cual marcó sus veintes con internamientos continuos. “Me veo bien porque mentalmente estoy bien, eso trato de reflejar, pero mi vida se va en hospitales y en una máquina de diálisis”, agregó.
La eutanasia como derecho ante enfermedad terminal
Samara actualmente se conecta 10 horas al día a una máquina para sobrevivir. “Esto no es un suicidio. Yo quiero vivir, pero mi cuerpo ya no puede. Lo que pido es una muerte digna para todos los que estamos en esta lucha, cuando médicamente ya no hay más que hacer”, expresó con firmeza.
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En su relato, recordó que el año pasado perdió el trasplante que le había dado esperanza y ya no podrá acceder a un tercero. “Estuve hospitalizada de enero a junio. Viví una agonía. Terminé en urgencias con una hemoglobina de 3. No quiero pasar mis últimos meses sufriendo”.
Samara subrayó que no sólo habla por ella, sino por todas las personas que padecen enfermedades terminales: “Nadie está exento de enfermarse. Esta es una lucha por todos. El sistema de salud es deficiente, hay gente que muere esperando un trasplante”.
Al hablar sobre su familia, compartió que ha recibido su apoyo total. “Desde que planteé el tema de legalizar la eutanasia en México, mi familia ha estado de acuerdo. Mi hermano incluso me donó una parte de su cuerpo. Ellos entienden que no quiero seguir sufriendo”.
Finalmente, hizo un llamado al Congreso y a la sociedad: “Que se abra el debate que me abran el Congreso. Es una cuestión de dignidad, de derechos humanos”.
