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En entrevista con Manuel López San Martin, para MVS Noticias, Jorge Fernández, columnista de Excélsior y autor del libro: “La Noche de Iguala: secuestro, asesinato y narcotráfico en Guerrero”, abordó el tema de Ayotzinapa a 11 años.
El caso Ayotzinapa sigue siendo uno de los episodios más oscuros y dolorosos de la historia reciente de México. A once años de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, la incertidumbre y el clamor de justicia permanecen latentes.
Fernández expuso su perspectiva sobre este controvertido caso: "No deja de asombrarme que sigamos preguntándonos qué pasó aquel 26 de septiembre cuando tenemos un relato bastante claro".
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Asegura que la dinámica del crimen en Iguala fue provocada por un enfrentamiento entre dos grupos delictivos y la intervención del alcalde y su esposa. "Guerreros Unidos y los Rojos controlaban la zona. La tensión ya existía antes de los hechos, debido a enfrentamientos previos", detalló.
El periodista resaltó que se ha documentado que, tras un primer enfrentamiento, los estudiantes fueron capturados por las autoridades locales y entregados a los sicarios de Guerreros Unidos.
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¿Cuál ha sido la información recopilada sobre el caso Ayotzinapa?
La información revela que, de esos jóvenes, "19 fueron asesinados en el basurero de Cocula", aunque el destino de los demás sigue siendo un misterio. Se observa que la investigación reciente aún se encuentra bajo el manto de la politización.
señala: "La acusación del crimen de Estado ha complicado más el caso y ha mantenido vivo el interés por no dar vuelta a la página". Además, comenta que la normal de Ayotzinapa recibe apoyo federal, lo que genera un entorno de poder constante: "Existen fuertes intereses políticos que están inmiscuidos en el caso. Hay quienes buscan mantenerlo abierto por razones ideológicas y otros por influencias de poder".
La profunda complejidad de las relaciones políticas y el papel del ejército en esta tragedia hacen que la resolución del caso sea aún más delicada.
Las heridas que dejó la desaparición de los estudiantes no solo son personales, sino que afectan la cosmovisión del país. Hasta ahora, la falta de respuestas claras alimenta un ciclo de protestas y frustraciones compartidas por los padres de los estudiantes y la sociedad.
Este 26 de septiembre, los recuerdos del doloroso suceso no se desvanecen, y la búsqueda de justicia por parte de los familiares de los desaparecidos continúa siendo una lucha incesante. En un país que busca sanar sus heridas, el caso Ayotzinapa se mantiene como un recordatorio de la importancia de la justicia y la verdad. No se puede olvidar.