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La figura de Araceli Brown, exalcaldesa de Playas de Rosarito, ha quedado marcada no solo por la confrontación con el sector empresarial de la región, sino también por acusaciones de corrupción y vínculos con personajes señalados por las autoridades estadounidenses. Su gestión, que en su momento fue vista como cercana a la ciudadanía, hoy se encuentra bajo un fuerte escrutinio.
Ernesto Eslava revela corrupción policiaca y vínculos políticos de Araceli Brown
En entrevista con Ana Francisca Vega, el periodista Ernesto Eslava, productor del podcast Libre como el viento de Semanario Zeta, trazó un panorama crítico de lo que fueron los años de Brown al frente del municipio y de las repercusiones que su nombre enfrenta actualmente.
“Los dos trienios, bueno, un bienio y un trienio, en el que estuvo la alcaldesa Araceli Brown Figueredo, realmente lo que lo caracterizó propiamente fue la confrontación directa con los empresarios”, señaló Eslava, al recordar que Playas de Rosarito es un municipio joven cuya vocación se ha definido por el turismo y la recepción de jubilados estadounidenses.
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El periodista detalló que uno de los principales reclamos de los empresarios fue la depuración de la policía municipal, un cuerpo pequeño y señalado por prácticas de corrupción:
“Rosarito es un municipio muy joven y tenía en la administración de Araceli Brown cerca de 180 policías aproximadamente, para toda la población que supera por mucho los 200 mil habitantes… prácticamente 90 de esos 180 reprobaron los exámenes de control y confianza, han despedido a cerca de 50 y todavía de los que aprobaron ya han despedido a 10 porque fueron detenidos por estar involucrados en privación ilegal de la libertad”.
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¿Cómo operaba Araceli Brown?
Eslava subrayó que la desconfianza hacia la corporación llegó al grado de documentarse en redes sociales: “El Consejo Coordinador Empresarial emprendió varias campañas… el descaro en torno a la extorsión y al cobro de dádivas a los turistas era hasta ventilado en redes sociales”.
En cuanto a su trayectoria política, Eslava destacó los orígenes sociales de Brown: “Ella tuvo varias cafeterías previo a ser alcaldesa de Playas de Rosarito y mucha actividad cultural, eso le permitió tener presencia social y la catapultó a lograr el triunfo electoral… además tenía mucha cercanía con el expresidente López Obrador desde sus otras campañas y movimientos”.
No obstante, el periodista advirtió que las actuales investigaciones de Estados Unidos —que incluyen a la exalcaldesa en sus listas— muestran un escenario inédito en la política mexicana: “Estamos viendo muchas cosas, ahora sí que sí es un gobierno que está haciendo historia porque nunca antes habíamos visto una gobernadora en funciones que le quitaran la visa, nunca antes habíamos visto que a un alcalde mexicano le hicieran estos pronunciamientos, que le congelaran las cuentas… incluso la UIF en México le congeló las cuentas sin pedir pruebas. Fue algo innovador, histórico”.
La trayectoria de Araceli Brown, que inició desde el activismo social y la cercanía ciudadana, hoy se encuentra bajo la sombra de acusaciones de corrupción, complicidades políticas y cuestionamientos internacionales que ponen en entredicho no solo su legado en Rosarito, sino también las redes de poder en Baja California.