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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS Noticias, el periodista Adrián Huerta García habló de los más de 700 mil mexicanos que vendieron sus datos biométricos a Worldcoin a cambio de bitcoins. Sin un INAI que regule, los riesgos crecen.
Un fenómeno alarmante se está extendiendo en México: miles de personas están vendiendo sus datos biométricos a empresas poco claras. Según Adrián Huerta, periodista de Animal Político, esta situación ha generado preocupación debido a la falta de regulación tras la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia (INAI).
"La historia comienza cuando nos enteramos de que muchas personas estaban vendiendo sus datos biométricos sin saber realmente a dónde iba esa información", explicó Huerta.
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Las ganancias por escanear el iris varían, siendo ofrecidos entre 500 y mil pesos, pero muchas personas se quedan con cifras mucho menores después del proceso.
El misterio del iris y la falta de regulación
Huerta relató que, al entrevistar a varias familias que se sometieron a este procedimiento, surgió el sentimiento de culpa. "No tenían claro si estaban haciendo algo malo, y tampoco eran conscientes de sus derechos digitales", aclaró. Esta confusión es peligrosa en un contexto donde las empresas pueden operar casi sin supervisión legal.
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Miguel Rocha, representante de la organización Talks for Humanity, insiste en que su empresa no está comprando imágenes del iris, sino generando lo que ellos califican como "una representación hash". Sin embargo, expertos como Lucía Camacho advierten que esto podría no ser un consentimiento informado, lo que eleva más dudas sobre la legalidad del proceso. "Cuando el lenguaje es técnico y complicado, las personas no comprenden plenamente a lo que están accediendo", señaló Camacho.
Un fenómeno global con riesgos
A nivel global, decenas de millones de usuarios han entregado sus datos biométricos a empresas similares. En países como España y Brasil, las autoridades han ordenado la eliminación de estos datos, señalando que su captura representa riesgos para la seguridad nacional.
Rocha argumenta que se está creando una "comunidad" para combatir problemas de seguridad en línea, reemplazando sistemas antispam tradicionales como CAPTCHA. Sin embargo, como advierte Huerta, "sin un garante que proteja a los ciudadanos, estamos en riesgo ante este tipo de prácticas".
La desaparición del INAI deja a los mexicanos en un vacío de protección, donde la desconfianza y la incertidumbre reinan sobre el futuro de sus datos personales. En medio de un panorama digital cada vez más complejo, surge la pregunta: ¿qué futuro le espera a la privacidad en México? Mientras las respuestas siguen sin llegar, la vigilancia sobre la venta de datos biométricos se vuelve más urgente que nunca.