ENTREVISTAS LUIS CÁRDENAS

Reforma Judicial, seguridad y aranceles frenan la inversión extranjera en México, advierte especialista

México recibió 37 mil millones de dólares en inversión extranjera en 2024, pero solo el 20% fue nueva. El resto corresponde a reinversión de empresas ya instaladas.

Inversión extranjera en México: ¿por qué no está creciendo como debería?
Inversión extranjera en México: ¿por qué no está creciendo como debería?Créditos: Envato Elements / Canva
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Entrevista Fernando Garza / Luis Cárdenas

En entrevista para MVS Noticias con Luis CárdenasFernando Garza, Chief Risk Officer de Engen Capital, abordará el tema de la inversión extranjera directa (IED) en México.

Aunque México recibió más de 37 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED) durante 2024, el verdadero desafío está en el tipo de inversión que está llegando al país.

México recibe 37 mil mdd de IED, pero 80% no es capital nuevo

"La IED es un indicador muy relevante para nuestra economía, especialmente cuando registra cifras elevadas en términos de dólares. Estamos hablando de alrededor de 37 mil millones de dólares por este tipo de inversión que ingresaron al país el año pasado, en 2024", explicó Fernando Garza.

De acuerdo con el especialista, el 80% de esos recursos provienen de reinversión de utilidades por parte de empresas que ya operan en territorio nacional, mientras que solo 9 mil millones corresponden a nueva inversión.

Históricamente, la IED representa un indicador clave para la salud económica del país. En los últimos años, su proporción respecto al Producto Interno Bruto (PIB) ha oscilado entre 1.8% y 2%. Aunque en 2024 la cifra alcanzó el 2.37%, está aún lejos del 3.8% registrado como máximo histórico en 2013.

Destacó que si México lograra alcanzar nuevamente ese nivel, estaríamos hablando de ingresos por hasta 65 mil millones de dólares en inversión extranjera. Pero, para lograrlo, se necesita un entorno con mayor certidumbre, tanto a nivel interno como externo.

"Lo más relevante  es entender la composición de esta IED, en términos de su peso relativo dentro de la economía nacional. En el periodo de 1970 hasta 2023, el promedio de la IED como proporción de nuestro Producto Interno Bruto (PIB) es del 1.87%. Nuestro máximo que hemos alcanzado fue de alrededor del 3.8% de nuestro PIB en 2013, y el mínimo que llegamos a tener fue del 0.39% en 1972", señaló Garza..

"Yéndonos al periodo previo al COVID y hasta la fecha, del 2016 al 2020, la IED representó solo el 1.8% del PIB. En 2022, creció un poco al 2.7%, en 2023 bajó al 1.7%, y en 2024 más o menos representó un 2.37% de nuestro PIB. ¿Podría ser más? Sin duda. Si fuera del 3.5% de nuestro PIB, tomando como referencia nuestro máximo histórico, en lugar de 37 mil millones de dólares, estaríamos hablando de 65 mil millones de dólares de IED que podrían ingresar al país", agregó.

La falta de certidumbre limita la llegada de nuevos capitales

Factores como la seguridad, las reformas al Poder Judicial y el panorama arancelario internacional juegan un papel clave en la decisión de nuevos capitales de apostar por México. Según Garza, la falta de claridad en estos temas ha frenado inversiones que ya estaban comprometidas, pero que ahora se encuentran en pausa.

"Antes llegaba mucha más inversión nueva", afirmó el Chief Risk Officer de Engen Capital, "¿A qué se debe? A la incertidumbre, tanto interna como externa... Esto se relaciona con las políticas económicas implementadas en el país que pueden generar mayor o menor certidumbre. Entre ellas, destacan la seguridad, como bien mencionaste, la reforma de nuestro poder judicial, y, por supuesto, todo el tema de aranceles y el entorno global en el que nos encontramos", explicó.

Estados Unidos continúa siendo el principal país inversionista en México, aunque también destacan capitales provenientes de Japón, Alemania y Canadá. Gracias a los tratados de libre comercio, especialmente el T-MEC, muchas empresas buscan establecer operaciones en México para poder acceder de forma estratégica al mercado norteamericano.

Pese a las cifras positivas, el mensaje es claro: el país necesita condiciones más estables para que más inversión fresca fluya y se traduzca en crecimiento, empleos y competitividad a largo plazo.